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En “Titanes del Pacífico”, la nueva película del aclamado cineasta mexicano Guillermo del Toro, la humanidad se enfrenta al surgimiento de monstruos gigantes del Océano Pacífico de una forma que muchos fans del anime -animación japonesa- reconocerán: creando robots gigantes y pilotándolos en combate.
Estos robots, conocidos como “jaegers” -palabra alemana para “cazador”- representan el deseo del realizador y su equipo de apelar al niño interno de cada espectador. “Queríamos crear robots que nos hubieran emocionado cuando teníamos 11 ó 12 años”, comenta el cineasta en un vídeo de detrás de cámaras del estudio Warner Bros.
En el vídeo, Del Toro habla del proceso de diseño y creación de los numerosos robots que hacen frente a monstruos conocidos como “kaiju” en el film, y habla de su intención de hacerlos únicos, sin referenciar directamente a otros trabajos de ficción.
El director también habla de los animes que lo influenciaron desde pequeño y los detalles más técnicos de los gigantescos “jaegers”, con los que del Toro responde a la falta generalizada de “mechas” -como se conoce a los robots gigantes tripulados- en la ficción occidental.
En otro video detrás de cámaras, Del Toro destaca la intención de hacer un film internacional, sin el estereotipo de los Estados Unidos salvando el mundo. Es cierto que el protagonista, el piloto Raleigh Becket, es estadounidense, pero el film incluye pilotos y “jaegers” de países como Rusia, Australia, China y Japón.
Además, algunos de los actores protagonistas -Charlie Hunnam, Idris Elba y Charlie Day- hablan de sus respectivos personajes y la filosofía de hacer un film centrado tanto en los personajes como en las impresionantes secuencias de pelea, mientras del Toro habla de la combinación de la espectacularidad de los géneros “kaiju” y “mecha”.
"Va a ser algo como lo que nunca han visto antes", promete el mexicano.
En un tercer vídeo, el director y los actores detallan el sistema de "enlace mental" que permite a los pilotos moverse como uno y controlar el "jaeger", una decisión tomada debido a que los realizadores creían que el hecho de que un solo piloto pudiera controlar algo tan grande les parecía "sobrehumano".
Al conectarse, ambos pilotos literalmente entran en la mente del otro, y pueden ver todos sus recuerdos y secretos.