Es lo que muestra el primer tráiler oficial de Los últimos Jedi, que llega dos meses antes del estreno del filme.
Casi 8 millones de visualizaciones en 10 horas demuestran el interés que ha despertado este tráiler tras el un primer avance menos específico de un filme (teaser) que se lanzó en abril y que ya va por 41,2 millones de reproducciones.
Unas nuevas imágenes que el director de esta octava entrega, Rian Johnson, ha publicitado mediante mensajes contradictorios. Si primero pedía encarecidamente a los fans que evitaran verlo para llegar “limpios” al estreno, horas después se desdecía: “Olviden todo lo que he dicho y véanlo, véanlo, véanlo”.
Habrá que esperar al 15 de diciembre, fecha de lanzamiento mundial del filme para ver, si como parece, Johnson ahonda en la división de la fuerza que ha marcado la historia de Star Wars desde que George Lucas estrenara el primer filme en 1977.
En la trilogía original -la segunda en la línea de tiempo de la historia- el enfrentamiento entre Darth Vader y Luke Skywalker marcó a toda una generación de espectadores, especialmente cuando se descubrió el secreto mejor guardado, que eran padre e hijo.
En la siguiente trilogía, el tono épico bajó considerablemente en la lucha de Anakin Skywalker y sus compañeros Jedi a los que traiciona para convertirse en Darth Vader.
Y en la tercera y última, se ha querido recuperar ese tono entre tragedia griega y drama shakespeariano con un Kylo Ren que lleva la maldad a su máxima expresión en otro enfrentamiento paterno filial, en este caso con Han Solo (Harrison Ford), uno de los grandes héroes de la saga.
El encuentro entre Luke Skywalker (Mark Hamill) y Rey, su presunta hija, cerró el episodio seis y abre la historia de la séptima entrega, que muestra claramente las posiciones del trío protagonista.
“Cuando te encontré vi un poder puro e indómito y más allá algo realmente especial”, dice la voz de Kylo mientras aparece la imagen de Rey, que reconoce ante Luke: “Hay algo dentro de mí que siempre ha estado ahí, ahora ha despertado y necesito ayuda”.
El poder de la fuerza de Rey aterroriza entonces a Luke: “Solo había visto esta fuerza pura una vez y no me asustó lo suficiente, ahora sí”.
También se ven batallas espaciales que recuperan el espíritu de las primeras entregas y a un Kylo que parece dispuesto a atacar la nave que dirige su madre, la general Leia Morgana, que aparecerá por última vez en la saga después de que Disney decidiera no resucitar digitalmente a la actriz Carrie Fisher (fallecida en diciembre de 2016) para el noveno y último episodio de la saga.
Tampoco podían faltar Chewbacca, el inseparable amigo de Han Solo; Poe Dameron, el piloto de la resistencia interpretado por Oscar Isaac, o Finn (John Boyega), el principal amigo y defensor de Rey.
Unas imágenes preciosistas que juegan con la combinación rojo/negro y blanco/negro para la que apunta ser una película de contrastes entre la luz y la oscuridad, entre Rey y Kylo.
Pero el tráiler deja una gran incógnita abierta: ¿Sucumbirá también Rey al lado oscuro de la fuerza y se unirá a la Primera Orden como antes hiciera Anakin Skywalker?
¿O será “la hora de que los Jedi se acaben”, como apuntaba Luke en el teaser?
Las últimas imágenes del tráiler elevan aún más las expectativas de los seguidores de la saga. “Necesito que alguien me muestre mi lugar en todo esto”, dice Rey. Y la mano de Kylo se eleva, abierta y extendida.