Skarsgard y Robbie, Tarzán y Jane en versión “contemporánea”

Alexander Skarsgard y Margot Robbie buscaron en la cinta “La Leyenda de Tarzán” ofrecer una versión “contemporánea” del hombre de la selva y de Jane, una pareja icónica que aporta un toque “sexy y entrañable”

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El actor sueco de 39 años y la actriz australiana de 26 protagonizan el nuevo largometraje basado en las aventuras de este personaje creado por Edgar Rice Burroughs y que cuenta con un punto de partida “inteligente” que “sorprenderá al público”, según los intérpretes.

En la nueva producción, en la que también participan Samuel L. Jackson y Christoph Waltz, Tarzán y Jane no se encuentran en la selva africana, sino en la lluviosa Inglaterra victoriana, donde reciben una oferta del rey de Bélgica, que los hará enfrentarse al colonialismo que impera en el mundo en el que vive esta pareja.

“Hemos adaptado la relación entre Tarzán y Jane. Están enamorados locamente pero en versión contemporánea. Son independientes el uno del otro cuando están separados, pero cuando están juntos ves que Tarzán necesita a Jane tanto como ella lo necesita a él”, explicó la rubia actriz ataviada con un vestido negro atado al cuello.

Robbie, conocida por protagonizar El lobo de Wall Street con Leonardo DiCaprio, remarcó con una sonrisa que el atractivo de este filme se encuentra en que “Tarzán y Jane cuentan el uno con el otro” y que no solo es la “mujer” la que precisa de ayuda del “hombre”.

“No queremos poner en duda o desacreditar su amor, pero es cierto que cuando están separados (en la cinta) están bien”, remarcó.

El actor -de finos labios y ojos azules y al que muchos recuerdan por encarnar al deseado vampiro Eric en la serie True Blood - añadió que la conexión y la pasión que se profesan ambos personajes “es más creíble y fidedigna a los ojos de las audiencias actuales”.

“Esta vez no es el héroe salvando a la damisela en apuros, no tiene nada que ver con taparrabos o con la típica frase 'yo Tarzán, tú Jane'. Es una pareja más sofisticada”, señaló el rubio nórdico que intercambiaba bromas con su compañera de reparto.

Aparte de rodearse de gorilas, elefantes y leones y de saltar de liana en liana, el rey de los monos se presenta ahora como un hombre “frágil y vulnerable”, que convierte a uno de los personajes más interpretados en la historia del cine en un papel “más interesante” para Skarsgard.

Sobre cómo definirían el tipo de relación que mantienen en la gran pantalla, la pareja intercambió una mirada cómplice y traviesa antes de dar su veredicto: “sexy y entrañable”.

Ubicada en Londres en el siglo XIX, el intérprete de True Blood subrayó que el cambio en el punto de partida de la historia era algo necesario: “Hay muchas películas de Tarzán, hay que sorprender a la audiencia y darle algo inesperado y el hecho de que la película empiece en Londres me pareció muy inteligente”.

Robbie, que estrena pronto la esperada cinta de villanos de cómic Escuadrón Suicida, defendió este nuevo giro por dar “un nuevo enfoque” a la pareja y ser “algo fresco”.

“Los dos crecieron en África, por lo que tiene sentido que añoren volver y les preocupe lo que allí está sucediendo”, especificó la australiana.

Con casi una decena de películas a sus espaldas, la actriz ha compartido tórridas y románticas escenas con dos de los valores en alza de Hollywood: Alexander Skarsgard y Leonardo DiCaprio. “Ya que Alex está a mi lado, voy a decir que el besa mejor que Leonardo. Besa mejor que incluso todos los actores a los que aún no me he besado”, dijo Robbie riéndose.

El nuevo Tarzán dejó claro que uno de los recuerdos “más surrealistas” que tiene del set de rodaje es cuando tuvo que cargar a sus espaldas con Samuel L. Jackson, como si fuera “una mochila”.

“Ese momento fue pura alegría”, apuntó el sueco que, para alabar el trabajo como villano de Christoph Waltz, besó los dedos de su mano al igual que hacen los chefs cuando un plato está exquisito.

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