“La idea de la película es tan agresiva y escandalosa que la reacción norcoreana es totalmente comprensible”, declaró el portavoz del ministerio ruso de Exteriores, Alexandre Lukachevich, en un comunicado. Pyongyang amenazó con “despiadadas represalias” si la película se estrenaba, como ha sido el caso en centenares de salas de cine de Estados Unidos, el 25 de diciembre. Washington acusó a Corea del Norte de estar detrás de un ciberataque a fines de noviembre contra Sony Pictures, productora de la cinta.
A su vez, Corea del Norte sufrió esta semana un corte de varias horas en su red de internet. Estados Unidos ni confirmó ni desmintió su responsabilidad en este incidente, considerado como una represalia tras el ciberataque sufrido por Sony. “Rusia está preocupada por una nueva escalada de tensiones entre Estados Unidos y Corea del Norte” indicó Lukachevich. “Las amenazas estadounidense de venganza y los llamados a otros país a condenar a Corea del Norte nos parecen contraproducentes y peligrosos (...) y no hacen más que elevar las tensiones”, añadió.