“Lo fundamental que van a notar es que esta es la primera película que va sobre ella”, dijo el cineasta uruguayo al presentar, en los estudios Sony en Los Ángeles y ante un grupo reducido de medios, veinte minutos de la cinta La chica en la telaraña, que se estrena en EE.UU. el próximo 9 de noviembre.
Álvarez consideró que los anteriores largometrajes sobre la serie de libros ideada por el sueco Stieg Larsson se centraban, sobre todo, en el periodista Mikael Blomkvist, mientras que Salander, aunque fuera un rol muy atractivo, quedaba en un segundo plano.
“Esta es la primera vez que nos atrevimos a contar una historia cien por cien sobre ella (...) Eso es una gran diferencia (...) y ella es como una Batman feminista. Sí tiene ese elemento de superheroína, supongo”, agregó.
Por su parte, la británica Claire Foy, ganadora del Emmy a la mejor actriz de una serie dramática por The Crown, destacó la complejidad de un personaje tan carismático.
“No es educada, no es amable, no es bella. No es todo lo que piensas que una mujer protagonista se supone que sea: blanda. Ella es dura. Comete verdaderamente terribles decisiones y tú no sabes si puedes respaldarlas”, indicó.
La chica en la telaraña será la segunda película de Sony acerca de estas novelas criminales que se convirtieron en un éxito mundial.
Después de que tres cintas suecas de 2009, protagonizadas por Noomi Rapace, llevaran al cine la trilogía original de Larsson, David Fincher dirigió su propia adaptación de La chica del dragón tatuado, que protagonizaron en 2011 Daniel Craig y Rooney Mara.
Sin embargo, Sony prescindió del segundo y el tercer volumen para saltar directamente a La chica en la telaraña, novela que firmó David Lagercrantz tras la muerte en 2004 de Larsson.
De regreso a las gélidas y misteriosas calles de Estocolmo, los veinte minutos mostrados por Sony adelantaron una película de aspecto muy oscuro, con bastantes dosis de acción y con Salander como justiciera.
Los periodistas también pudieron ver al sueco Sverrir Gudnason como Mikael Blomkvist y a una Claire Foy desafiante y con una estética cercana al cyberpunk, totalmente opuesta a la elegancia de su Isabel II en The Crown.
“Nunca me preocupé realmente por su intensidad, el tipo intrínseco de energía del personaje y cómo es, o por la lucha que tiene o la rabia que parece tener”, dijo Foy, antes de bromear diciendo que ella misma es “una persona muy vengativa”.
“Entendí por lo que lucha y contra qué lucha, tanto dentro de ella como fuera, y eso es lo que comprendí esencialmente sobre el personaje y me hizo querer interpretarlo”, apuntó.
Foy también abordó la sexualidad de su personaje, que mantiene relaciones con hombres y mujeres.
“Lo que me encanta de ella es su negativa a ser identificada de una manera particular. Rechaza cualquier etiqueta, cualquier cosa que la sociedad quiera poner sobre ella”, aseguró la actriz, quien trató de evitar que su sexualidad se convirtiera en “un cliché”.