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Hugh Michael Jackman nació en Sídney el 12 de octubre de 1968, hijo de padres ingleses que emigraron a Australia; fue el último de cinco hijos. A los 8 años, su familia se dividió con el divorcio de sus padres: la madre y dos hermanas de Jackman se fueron a Inglaterra, mientras que él mismo y sus dos hermanos se quedaron con su padre, un contador, en Australia.
Mientras pasaba la mayor parte de su tiempo libre leyendo sobre el mundo y fantaseando con ser chef de avión, Jackman cursó la primaria en una escuela pública de Sídney, y más adelante, durante su adolescencia, tuvo su primer contacto con la actuación, logrando el papel protagonista de una versión de “Mi Bella Dama” en su colegio.
Cursó la carrera de Comunicaciones en la Universidad de Tecnología de Sídney, donde también estudió actuación, aunque confiesa que no pensó en el teatro como un modo de ganarse la vida hasta los 22 años, cuando entró a una academia de artes luego de rechazar la oferta del papel protagónico en una popular telenovela.
Una de sus primeras actuaciones profesionales fue en la serie dramática “Correlli”, un show que duró sólo una temporada (en 1995), pero que permitió a Jackman conocer a su futura esposa Deborra-Lee Furness. Luego de “Correlli” Jackman volvió al teatro, además de ganarse la vida haciendo de presentador de numerosos eventos culturales.
Su primer papel en el cine llegó en “Erskineville Kings”, un drama de ínfimo presupuesto estrenado en 1999, sobre un hombre que regresa a su hogar tras la muerte de su padre. El filme le valió a Jackman un galardón local por su actuación. Ese año estrenó también la comedia “Paperback Hero” y participó en numerosas series televisivas, aunque el rol que comenzaría a hacerlo conocido fuera de Australia sería uno de teatro, el del protagonista de la obra “Oklahoma!”, que le valió el prestigioso premio Oliver al Mejor Actor; en el momento, Jackman pensó que había llegado al techo de su carrera, pero estaba equivocado.
Lo que seguiría sería su salto a la fama mundial. El director Bryan Singer contrató a Jackman para interpretar a uno de los personajes más icónicos de la historia de los cómics, el indestructible mutante Wolverine, en su adaptación de “X-Men”, de Marvel Comics. En preparación para el papel, Jackman -quien había sido aconsejado por su esposa que rechazara el papel, algo que ella misma confiesa sentirse afortunada de que su marido no haya hecho caso- se sometió a un estricto régimen de ejercicio y estudió artes marciales, además de llevar puestas todo el tiempo posible las icónicas garras de metal de su personaje, a fin de acostumbrarse a ellas, algo que confiesa le valió numerosos cortes accidentales en el rostro.
Debido a que Jackman, de 1,89 metros de estatura, era más alto que su personaje, que en los cómics es descrito como de 1,60 metros, Singer y su equipo debían filmar todas las escenas de Jackman usando ángulos que hicieran parecer al actor más bajo, y en muchas escenas incluso tuvieron que hacer que sus co-estrellas utilizaran zapatos de plataforma.
“X-Men” se estrenó en julio de 2000, y fue un auténtico éxito de taquilla y recibió aplausos de los críticos ; es considerado, junto con “Blade” (1999), uno de los filmes que sentaron las bases de la actual popularidad del género de los superhéroes en el cine, y repentinamente Jackman, uno de los puntos destacados de la película, se hallaba en el radar de Hollywood.
En 2001 Jackman continuaría su éxito en Hollywood con “Kate y Leopold”, una comedia romántica con Meg Ryan en la que interpretaba a un caballero de la era victoriana transportado en el tiempo a la Nueva York actual; fue nominado a un Globo de Oro por su actuación en el filme, que siguió con el papel protagonista en la taquillera película de acción de 2002 “Swordfish”, con John Travolta y su co-estrella de “X-Men” Halle Berry.
En 2003 regresó al papel de Wolverine, de nuevo bajo las órdenes de Singer, para la esperada secuela de “X-Men”, que de nuevo arrasó en taquilla y es considerada una de las mejores películas de superhéroes jamás hechas, combinando espectaculares escenas de acción con comentario social sobre la discriminación y muy buenas actuaciones. Al año siguiente, Jackman volvería a tener un éxito taquillero con “Van Helsing”, en la que interpretaba a un cazador de criaturas malignas enfrentado a vampiros y hombres lobo.
En todo este período, el actor nunca se alejó del teatro, participando, entre rodajes de películas, de obras como “The Boy from Oz”, que le valió un premio Tony, el galardón más importante del teatro en los Estados Unidos; además, hizo de anfitrión en la ceremonia de entrega de los Tony, trabajo que hizo que ganara un premio Emmy. Incluso se vio en la lista de actores considerados para tomar el papel del icónico espía británico James Bond, luego del alejamiento de Pierce Brosnan del papel, aunque finalmente el rol del agente 007 fue para Daniel Craig.
En 2006, un año particularmente ocupado, el actor volvió a interpretar a Wolverine en “X-Men: La Batalla Final”, otro gran éxito de taquilla aunque no muy bien recibido por el público. Ese año Jackman trabajó con el director Christopher Nolan en el aclamado filme “El Gran Truco”, en el que interpretaba a un mago atrapado en una letal rivalidad con otro ilusionista -interpretado por Christian Bale-, con un elenco que incluía también a Michael Caine, Scarlett Johansson y David Bowie; Nolan lo contrató específicamente por su experiencia en el teatro.
También se puso a las órdenes de Darren Aronofsky en el filme de ciencia ficción “La Fuente de la Vida” -para el cual tuvo que perder considerable masa muscular y aprender t'ai chi y yoga- y trabajó con Woody Allen en la comedia “Scoop”. Finalmente aprovechó sus talentos musicales poniendo voz a uno de los personajes de la galardonada película animada “Happy Feet” y protagonizó la película de animación “Lo que el agua se llevó”.
En 2008, Jackman estrenó junto con el director Baz Luhrman (“Moulin Rouge”) “Australia”, un muy esperado filme de romance histórico con Nicole Kidman, ambientado en los años de la Segunda Guerra Mundial; Jackman le ganó el papel a Russell Crowe; fue un duro rodaje, que podía comprender entre 14 y 15 horas de trabajo al aire libre por día, con temperaturas superiores a los 43ºC. La película fue recibida con críticas mixtas, con muchos expertos declarándose decepcionados en relación a la expectativa que la película generó.
Al año siguiente, Jackman regresó por cuarta vez al rol que lo llevó a la fama en “X-Men Orígenes: Wolverine”, una precuela de la saga “X-Men” dedicada exclusivamente al personaje de Jackman; el actor tuvo que volver a ganar músculo, y se sometió a un intenso régimen de levantamiento de pesas y ejercicios cardiovasculares; como los demás filmes de la saga, “Wolverine” fue un éxito comercial, aunque fue duramente criticada por los expertos.
En 2011 protagonizó el taquillero filme de DreamWorks “Gigantes de Acero”, una película futurista en el que interpretó a un ex boxeador devenido en “manager” de pugilistas robóticos, que trabaja con su hijo en llevar a un pequeño robot a las grandes ligas. El legendario boxeador estadounidense Sugar Ray Leonard, quien fue consejero del filme, se encargó de entrenar a Jackman en pugilismo. Ese año Jackman volvió a interpretar a Wolverine en una escena de “X-Men: Primera Generación”, y también estrenó la comedia “Butter”.
El año pasado, el actor australiano prestó su voz para la más reciente película animada de DreamWorks, “El Origen de los Guardianes”, en el papel del Conejo de Pascuas, reimaginado como miembro de un equipo de combatientes contra el mal.
Finalmente, el actor estrenó el filme por el que este año se halla nominado por primera vez al premio Oscar al Mejor actor. Un musical dirigido por Tom Hooper -ganador del Oscar por “El Discurso del Rey”- basado en el clásico literario de Víctor Hugo “Los Miserables”; para interpretar al exconvicto Jean Valjean, Jackman tuvo que perder más de seis kilogramos de peso y luego volver a ganar 13 kilos para reflejar los cambios de su personaje. Al igual que sus co-estrellas, Jackman cantó en vivo en el set las canciones que se escuchan en el filme, las mismas no fueron grabadas en estudio.
La película ha sido recibida con críticas mixtas, aunque se halla nominada a ocho premios Oscar, incluyendo Mejor actor para Jackman. El australiano ya ganó el Globo de Oro al Mejor Actor en un Musical.