El festival tendrá a Alfonso Cuarón como presidente del jurado y nombres como los de Matías Bize o Rodrigo Plá en secciones paralelas.
Trapero regresa a Venecia, donde presentó en 1999 su ópera prima, Mundo grúa, para competir esta vez por el León de Oro con El Clan. Protagonizada por Guillermo Francella y Peter Lanzani, cuenta la historia de la familia de los Puccio, dedicada al secuestro y asesinato en los años ochenta.
Producida por K&S Films, Matanza Cine, El Deseo y Telefónica Studios, es la octava película de un director que tiene en su haber títulos como Leonera (2008), Carancho (2010) o Elefante blanco (2012).
La película de Trapero competirá con otros 20 trabajos, dirigidos por nombres como Tom Hooper, Charlie Kaufman, Alexander Sokurov o Laurie Anderson, y también con el venezolano Lorenzo Vigas, que debuta en Venecia con su ópera prima, Desde allá. Una producción mexicano-venezolana que cuenta con Alfredo Castro y Luis Silva y que retrata una Caracas convulsa y violenta.
Películas que tendrán que convencer a un jurado que presidirá el mexicano Alfonso Cuarón, que abrió la edición de 2013 de Venecia con Gravedad.
En la segunda sección en importancia del festival, “Horizontes”, dedicada a las últimas tendencias cinematográficas, participa el director nacido en Uruguay pero afincado en México Rodrigo Plá con Un monstruo de mil cabezas.
El cineasta consiguió en Venecia en 2007 el premio Luigi de Laurentis a la mejor opera prima por La zona y ahora regresa a la Mostra con una historia de desesperación que pasa de la súplica a la violencia y que está protagonizada por Jana Raluy, Emilio Echevarría y Sebastián Aguirre.
En “Horizontes” hay además dos películas brasileñas. Boi Neon, de Gabriel Mascaro, con Juliano Cazarré, Maeve Jinkings, Aline Santana y Carlos Pessoa, que es el segundo largometraje de este director que explora las relaciones humanas contemporáneas. Y Mate-me por favor, dirigida por Anita Rocha da Silveira, que cuenta cómo una serie de asesinatos en la zona oeste de Río de Janeiro afecta a las vidas de los jóvenes de la zona. Es la ópera prima de la realizadora y cuenta en su reparto con Valentina Herszage, Mari Oliveira, Júlia Roliz y Dora Freind.
En el apartado de cortometrajes de “Horizontes” tres trabajos latinoamericanos: 55 pastillas, del argentino Sebastián Muro; En defensa propia, de la argentina Mariana Arriaga (hija del realizador y guionista Guillermo Arriaga), y Tarantula, de los brasileños Muritiba Aly y Marja Calafange.
La presencia latinoamericana en la 72 edición de Venecia se completa con dos películas en la sección autónoma Giornate degli autori-Venice Days, dedicada al cine independiente.
Por un lado La memoria del agua, del chileno Matías Bize, una coproducción de España, Argentina y Alemania, protagonizada por la española Elena Anaya y por el chileno Benjamín Vicuña, que interpretan a un matrimonio que trata de superar la muerte de su hijo, de cuatro años.
Un drama intenso que cuenta con una pequeña participación de Alba Flores y que estará en una sección en la que también participa, pero como evento especial, el último trabajo del español Carlos Saura, Zonda, folclore argentino. Una producción argentina en la estela musical de Sevillanas (1992), Tango (1998) o Fados (2007) y que en esta ocasión lleva al cineasta español a adentrarse en la música y la danza del folclore argentino.
Y fuera de concurso se exhibirá La calle de la amargura, el último trabajo del mexicano Arturo Ripstein, una coproducción entre México y España, con Patricia Reyes Spindola, Nora Velázquez y Sylvia Pasquel. Una historia de dos prostitutas mayores cansadas de no trabajar y que tienen que celebrar la victoria de dos luchadores enanos.