La novela, que competía por el prestigioso premio litearario Man Booker, y el film se inspiran en el calvario de Elisabeth Fritzl, secuestrada y violada durante 24 años por su padre en el sótano de su casa, a 150 km de Viena. Fue liberada en 2008, tras haber dado a luz a siete niños.
El realizador, que también dirigió Frank y What Richard Did, afirmó durante una conferencia de prensa esta semana en Toronto que había intentado dejar de lado la verdadera historia para hacer la película.
Sobre todo estudió otros casos. “Es sorprendente ver algunas de esas liberaciones que fueron tratadas por los medios”, dijo. “Pero para una buena historia (...) todo gira en torno a los personajes. Por tanto, nos pegamos a la verdad de los personajes, sin referirnos a un crimen real”, explicó el cineasta.
Su película cuenta la evasión de una mujer y de su hijo tras diez años de cautiverio a partir de la mirada del niño, de 5 años de edad (encarnado por Jacob Tremblay). Nacido en un espacio de 3 metros por 3, Jack come, duerme y juega en él. Es su casa, pero su madre -interpretada por Brie Larson— tiene un plan de fuga. Sean Bridgers hace del secuestrador y padre de Jack, Old Nick. William H. Macy y Joan Allen figuran también entre los actores.
Competían igualmente por el premio del público Spotlight de Tom McCarthy, con Mark Ruffalo, Rachel McAdams y Michael Keaton, y la comedia Angry Indian Goddesses, de Pan Nalin. La película de McCarthy trata de la revelación en 2002, por periodistas del Boston Globe, de un escándalo de pedofilia en el que se vio implicada la jerarquía católica de Boston.
En Angry Indian Goddesses aparecen mujeres discutiendo sobre carreras, sexualidad, vecinos molestos y acoso callejero. La película ofrece un panorama sobre la socieded contemporánea de India.
Con este premio, Room podría verse beneficiado en los Oscars. Varios de sus predecesores obtuvieron la preciada estatuilla estadounidense tras haber ganado en Toronto, como 12 Años de Esclavitud, Slumdog Millionaire y El Discurso del Rey.
Por otra parte, el festival atrajo a un número récord de compradores (2.100), que rivalizaron para obtener los derechos de alrededor de 400 largos y cortos metrajes de 71 países.