Exuberante y demostrativa, esta inglesa de 45 años se impuso a tres estadounidenses y a la mexicana Yalitza Aparicio para adjudicarse la estatuilla dorada por su papel en La Favorita.
En ella interpreta a una reina Ana de Inglaterra de salud frágil y carácter inestable que se halla en el centro de una lucha de poder entre su poderosa consejera (Rachel Weisz) y una sirvienta ambiciosa y sin escrúpulos (Emma Stone).
“Es realmente bastante estresante... Glenn Close, has sido mi ídola durante tanto tiempo. No es así como quería que fuera, y creo que eres increíble, y te quiero mucho”, le dijo a su contrincante, favorita para hacerse con el premio, al recoger su estatuilla en el Dolby Theatre.
En esta comedia dramática ambientada en la Inglaterra de principios del siglo XVIII, Colman da vida de forma impresionante a la monarca.
Un papel que permitió a la actriz, madre de tres hijos, entrar en el exclusivo círculo de artistas británicos encargados de la delicada misión de interpretar a un monarca. Aunque ella relativiza tal prestigio.
“Los personajes que tuve la suerte de interpretar, muchas otras actrices podrían haberlos hecho”, dijo durante un programa realizado por el actor escocés David Tennant, uno de sus amigos.
“A menudo me digo que la gente se va a dar cuenta”, agregaba.
Colman utiliza la misma franqueza para describir los problemas de peso o los traumas de la reina Ana quien, a pesar de sus 17 embarazos, no vio a ninguno de sus hijos llegar a la edad adulta.
“Se siente gorda. Se siente fea. Todo el mundo muere, todo el mundo la deja”, explicó la actriz sobre su personaje al Sunday Telegraph.
“Después de todas esas tragedias, creo que una se lo puede permitir todo. Se puede comportar de la forma más horrible posible porque lo que le ha ocurrido es horrible”, añadió.
La segunda reina interpretada por Olivia Colman es mucho más actual: en la tercera temporada de The Crown, la serie difundida por Netflix, encarnará a Isabell II, la monarca británica coronada hace 66 años.
En las dos primeras temporadas, la joven actriz británica Claire Foy interpretó a una soberana que descubría las responsabilidades de su función.
Colman tomará ahora el relevo, en la piel de una reina moderna y algo mayor, durante los años 1960 y 1970. Su trabajo será examinado con gran atención en esta nueva entrega, cuyo próximo estreno despierta gran expectación, y ella lo sabe.
“Es intimidante. Es lo más difícil que he hecho, creo, porque te expones a muchas críticas”, reconoció la actriz al canal de televisión estadounidense CBS.
Para adoptar la apariencia de Isabel II, Colman tuvo que perder los 16 kilos que había engordado para encarnar en la gran pantalla a Ana Estuardo.
Antes de vestir trajes reales, la británica había tenido un recorrido profesional sinuoso: así recuerda con horror su aparición en un anuncio televisivo de créditos para automóviles en 2004 que, según afirma ella misma, casi arruinó su incipiente carrera.
“Se convirtió en la pesadilla de mi vida”, dice aún de aquel anuncio que fue difundido durante meses aunque inicialmente estaba previsto para unos pocos pases.
“Fue realmente un problema, perdí algunos trabajos” por aquello, dijo a David Tennant.
Pero después, sus divertidas apariciones en comedias televisivas británicas le permitieron lograr una cierta fama en el Reino Unido y ampliar su repertorio más allá de los papeles secundarios.
Destacó especialmente por su papel como Ellie Miller, una inspectora de policía tenaz y entregada, en la serie Broadchurch, por el que obtuvo varias recompensas.