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PRAGA, República Checa (AFP). Nacido en el seno de una familia protestante en la localidad de Caslav, el 18 de febrero de 1932, la vida del doble ganador del Óscar, cuya obra se concentra en personajes insumisos que sufren todo tipo de opresión, estuvo marcada por la Segunda Guerra Mundial.
Su padre, miembro de la resistencia, murió en el campo de concentración nazi de Buchenwald y su madre falleció en Auschwitz. Forman recordaba la última vez que vio a su padre: cuando tenía siete años lo sacaron de clase para verlo escoltado por dos miembros de la Gestapo. Su padre le entregó un sobre para su madre y le dijo: “Dile que todo está bien, que volveré”. Nunca regresó.
Tres años después, la Gestapo entró en su casa mientras Forman estaba en la cama. “Mi madre vino y me miró con miedo en los ojos. Sabía que era la Gestapo. Después ella desapareció. La casa estaba en silencio. Yo estaba solo”, rememoraba.
Fue el primer episodio dramático de una vida llena de sorpresas, como el descubrimiento en 1964 a través de una mujer que conoció a su madre en Auschwitz de que su padre biológico en realidad era un arquitecto judío que vivía en Ecuador.
Forman falleció el viernes rodeado de su familia tras una breve enfermedad, dijo su esposa. “Martina Forman me informó que Milos falleció en el hospital de Danbury, cerca de su casa en Warren, en Connecticut”, dijo a a AFP su agente y amigo Ennis Aspland.
Durante los años 1960 Forman se posicionó como director de la disidente Nueva Ola checa, con tres comedias clásicas: “Pedro el negro”, “Los amores de una rubia” y “¡Al fuego, bomberos!”.
Forman, que trabajaba con actores no profesionales, contó en una ocasión que su estrategia al rodar películas era que todo el elenco debía divertirse. Al recordarlo este sábado en Twitter, el actor español Antonio Banderas describió a Forman como un “genio de la cinematografía y maestro del retrato de la condición humana”.
“¡Al fuego, bomberos!” fue producida por el magnate italiano Carlo Ponti, pero cuando se le mostró la versión final, Ponti se negó a pagar los 80.000 dólares prometidos (una suma astronómica en aquel momento) y consideró la cinta una parodia trivial. Forman acabó convenciendo al productor francés Claude Berri para que comprara los derechos de la película, que estuvo prohibida en Checoslovaquia por burlarse de la clase trabajadora hasta la caída del comunismo, en 1989.
En agosto de 1968, unos días antes de la represión soviética que siguió a la revuelta de la Primavera de Praga, Forman salió de Checoslovaquia con dirección a Francia y unos meses después se mudó a Estados Unidos, donde obtuvo la nacionalidad en 1977.
No regresó a su país hasta 1983, cuando ganó la oscarizada “Amadeus”, un biopic de Mozart.
La primera película de Forman en Estados Unidos, “Juventud sin esperanza” (1971) también se rodó con actores no profesionales pero no logró impresionar a la audiencia no europea. Su siguiente película, “Alguien voló sobre el nido del cuco” o “Atrapado sin salida” (1975), protagonizada por Jack Nicholson, fue un éxito de crítica y audiencia, y le valió a Forman su primer Óscar como mejor director.
A continuación llegaron “Hair” (1979), un musical sobre hippies opuestos a la guerra de Vietnam, y “Ragtime” (1981).
En 1983 Forman rodó “Amadeus” con un elenco estadounidense en una Praga aún controlada por los comunistas, por la que fue recompensado con un segundo Óscar a mejor director.
En total, fueron ocho estatuillas de 11 nominaciones. “Un director es un poco de todo, un poco escritor, un poco actor, un poco editor, un poco diseñador de vestuario”, dijo Forman una vez.
Forman también firmó “Valmont” (1989), “El escándalo de Larry Flint” (1996), “Man on the Moon” o “El lunático” (1999) y “Los fantasmas de Goya” (2006).
El director estuvo casado con las actrices Jana Brejchova y Vera Kresadlova, con quien tuvo gemelos, Matej y Petr, antes de salir de Checoslovaquia. En 1999 se casó con la guionista Martina Zborilov, con quien volvió a tener gemelos, Andrew y James.