Miller aparca de momento la continuación de “Mad Max”

SAN SEBASTIÁN. La segunda entrega del nuevo Mad Max que han protagonizado Tom Hardy y Charlize Theron tendrá que esperar. Su director, George Miller, quiere filmar ahora una película “muy pequeña, sin acción y rodada en el día actual”.

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Miller recogerá hoy, durante la gala inaugural del 63 Festival de Cine de San Sebastián, el Gran Premio de la Federación Internacional de Críticos de Cine (Fipresci) a la mejor película del año por Mad Max: Furia en el Camino.

La apertura del certamen coincide con la salida al mercado del DVD y el Blu-Ray de esta cinta, que fue “tan dura de hacer” y que ha llevado a su realizador a desear que su siguiente proyecto sea “una película pequeña, sin diseño elaborado ni nada”, según afirma en una entrevista con EFE.

Tras la presentación de Mad Max: Furia en el Camino en Cannes, se llegó incluso a hablar del título que seguiría a este, The Wasteland. A ello, Miller responde: “Creo que Tom Hardy lo ha mencionado, es algo que ha salido, pero ahora mismo no tengo nada más que contar al respecto”.

Ha tardado “tanto tiempo” en hacer este cuarto Mad Max, con el que ha modernizado la trilogía protagonizada por Mel Gibson después de 30 años, que llegó a escribir otros dos guiones.

“Me encantaría verlos hecho películas algún día. En el futuro sí lo haré, pero no será la siguiente. Habiendo terminado esta, tengo menos curiosidad sobre Mad Max y sí más por otras historias”, dice.

Miller señala que, aunque siempre tiene “expectativas” con los proyectos que va a poner en marcha, no se puede “predecir” lo que ocurre después de estrenadas, pero subraya que lo le ha resultado realmente “muy sorprendente” es recibir el premio Fipresci.

“Nunca lo habría imaginado. Es muy gratificante cuando los críticos aprueban nuestro trabajo. Me hace sentirme muy humilde”, destaca.

El realizador australiano, autor también de títulos como Babe, Lorenzo's Oil y Happy Feet, por la que recibió un Oscar al mejor filme de animación, considera que “ha cambiado mucho la forma de hacer cine” en las tres últimas décadas. Para él, “unas de las cosas más interesantes” son las posibilidades que dan las tecnologías digitales, que, por ejemplo, comenta, le permitieron colgar boca abajo a Tom Hardy y borrar las correas a las que estaba fuertemente sujeto.

Pero también encuentra desventajas en estos avances tecnológicos.

“La crudeza se ha perdido un poco. Si ves a un especialista haciendo un efecto, te imaginas automáticamente que se trata de efectos especiales”, señala.

Explica que, cuando comenzaron con este nuevo Mad Max, decidieron que, al no haber “naves espaciales ni hombres voladores”, iban a tratar de que “todo fuera lo más real posible: coches, personas, colisiones y desiertos, todos reales”.

“Creo que el público siente eso y esa es una de las razones por las que la gente aprecia la película. La mente y el ojo humanos son capaces de leer y detectar algo que es falso”, señala Miller, que recuerda no obstante que él también recurrió a los efectos digitales para rodar la espectacular tormenta que ha incluido en el filme y que no habría podido materializar por medios convencionales.

George Miller dice que en una entrevista a Alfred Hitchcock que ha leído recientemente, el maestro del suspense aseguraba que no veía sus trabajos una vez terminados porque nada podía hacer ya para cambiarlos. “Una de las cosas con las que yo disfruto es cuando veo la película y siento la respuesta del público. Cuando voy al cine, quiero sentarme ahí y ser absorbido por la pantalla. Y me encanta sentarme, cuando la película funciona, claro, y notar que el público es absorbido también”.

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