Una misa privada de cuerpo presente se celebró la noche del sábado en instalaciones de Televisa, la cadena más grande de habla hispana para la que ganó audiencias récords desde 1973, cuando creó el personaje que años después catalogó como su “punta de lanza” para ganar fama internacional: El Chapulín Colorado, al que ideó inspirado en El Quijote, reveló él mismo.
El dueño y presidente de esa cadena de televisión, Emilio Fernando Azcárraga Jean, Édgar Vivar, quien dio vida al “Señor Barriga” y a “Ñoño” en programas de “Chespirito” y el humorista Eugenio Derbez, que batió récords en taquillas de Estados Unidos con No se aceptan devoluciones, entre otras decenas de personalidades, asistieron a la misa.
Los restos del actor y guionista fueron trasladados desde su residencia en Cancún (Este), donde falleció el viernes a los 85 años, hasta el aeropuerto donde Florinda Meza, esposa del actor y estrella de sus series, dirigió sus primeras palabras a los medios.
“Gracias por todo el apoyo que le dieron a mi Robert”, dijo la intérprete de personajes emblemáticos como “Doña Florinda” de El chavo del ocho. Vestida completamente de negro, Meza esbozó sonrisas ante las muestras de agradecimiento expresadas por seguidores de su esposo, que siguieron con aplausos el recorrido del coche fúnebre.
En un vuelo privado, el féretro aterrizó en la ciudad de Toluca (centro) y, tras recorrer los 70 km que la separan de Ciudad de México custodiados por la policía federal, llegó a los emblemáticos estudios de Televisa en el sur de la capital. La entrada de la carroza fue acompañada de una ovación de trabajadores de la cadena. También llegó una gran corona de flores a nombre del presidente Enrique Peña Nieto, uno de los tres mandatarios latinoamericanos que expresaron su pésame.
Afuera se congregaron durante el día decenas de admiradores, algunos de ellos caracterizados como El Chavo del Ocho y El Chapulín Colorado. “Estamos tristes en mi casa, aún no lo creemos... fue el mejor actor de todo el país. Aprendimos qué es lo bueno y qué es lo malo”, dijo a la AFP Elizabeth Mandujano, una ama de casa de 35 años que portaba una camiseta del América, el equipo favorito de Gómez Bolaños.
“En Colombia es ’superconocidísimo’. Yo lo admiro mucho y cuando vi en la internet que había muerto vinimos para acá”, decía de su lado el turista colombiano Raúl Taravía en el exterior de la vivienda del actor en Cancún, a la que se trasladó hace varios años para cuidarse de unos problemas respiratorios. Los motivos del fallecimiento aún no han sido especificados.
En Bogotá, la Torre Colpatria, el edificio más alto de la ciudad, iluminó con rojo y un gran corazón amarillo sus fachadas, que son los colores del traje del “Chapulín Colorado”.
En el mismo estadio este sábado se pidió un minuto de silencio antes del inicio del partido del América -propiedad de Televisa- contra Pumas, que ganó 1-0 la escuadra favorita de “Chespirito”. Sin poder contenerse, los espectadores convirtieron el silencio en un minuto de sentidos aplausos al actor que marcó la infancia de millones de niños de México y América Latina.
En las pantallas gigantes se pasaron escenas de la película El Chanfle, en la que Gómez Bolaños interpreta a un utilero del América que soñaba con ser el goleador del equipo.
“Y ahora, ¿quién podrá defendernos?”, se leía el sábado en las portadas de grandes diarios de México y América Latina que informaban del fallecimiento del “más popular de los comediantes”, como le reconoció el rotativo colombiano El Tiempo. La Torre Colpatria, el edificio más alto de Bogotá, Colombia, fue iluminada de rojo y un gran corazón amarillo, que es el vestuario del “Chapulín Colorado”.
La imaginación de Gómez Bolaños creó personajes y frases que forman parte del imaginario colectivo latinoamericano, como “Fue sin querer queriendo” (El chavo del ocho) o “Síganme los buenos” del Chapulín Colorado, un torpe y bienintencionado superhéroe que siempre ayudaba a los desamparados con éxito y que exclamaban para convocarlo: “Y ahora, ¿quién podrá defenderme?”.
“Son frases que escuchamos desde que nacimos casi, casi, y claro que las seguiremos usando, solo que ahora nos dolerán un poquito”, reconoció Susana Álvarez, una comerciante ambulante. En 1977, los espectáculos de “Chespirito” abarrotaron dos veces el estadio de fútbol de Santiago de Chile -generando una gran polémica por presentarse durante el régimen dictatorial de Augusto Pinochet- y otras dos veces el Madison Square Garden de Nueva York en 1983.
Las series de Gómez Bolaños fueron exportadas a más de 25 países, incluidos Tailandia o Rusia, y cuatro décadas después aún siguen siendo transmitidas en algunos lugares. A Gómez Bolaños se le bautizó como “Chespirito”, mote que alude a un William Shakespeare de baja estatura, por su creatividad y su prolífica carrera en la que también fue productor y director televisivo.