“Carrie Fisher se entregaba a la alegría, la diversión y a aprovechar la vida (...) Yo hacía cosas locas para divertirla en el set de rodaje. Hacerla reír era siempre una insignia de honor”, afirmó Hamill en un texto divulgado hoy por el medio especializado The Hollywood Reporter.
El intérprete recordó que conoció a la actriz cuando ella solo tenía 19 años, poco antes de rodar el primer filme de Star Wars, pero aseguró que le llamó la atención lo “honesta” y “brutalmente cándida” que era. “Carrie y yo ocupamos un lugar único en nuestras respectivas vidas. Fue como si estuviéramos en una banda de garaje juntos que, de algún modo, tuvo un éxito enorme”, añadió.
En este sentido, Hamill recordó que el fenómeno de Star Wars (1977) les pilló desprevenidos. Un día llegaron a Chicago (EE.UU.) en medio de la promoción y vieron a multitud de gente en el aeropuerto esperando a “alguien famoso. Estaba mirando quién podría ser y entonces, entre la multitud, vi a un niño vestido con el chaleco de Han Solo (Harrison Ford). Y luego vi a una chica vestida como la princesa Leia (Carrie Fisher). Y dije: 'Oh, Dios mío, Carrie, hay alguien que viste exactamente como tú. ¡Lleva un peinado de rodetes!'”, escribió el actor.
Hamill opinó, además, que las locuras que hacía Fisher eran, en cierto modo, “un mecanismo de autodefensa”: “Parte de lo que era tan conmovedor de ella era su vulnerabilidad”. Asimismo, el actor se mostró agradecido de que siguieran siendo amigos a lo largo de los años y de que se reencontraran en el relanzamiento de la saga con Star Wars: El Despertar de la Fuerza (2015).
Hamill terminó su escrito diciendo que, aunque pasaron por tiempos buenos y malos, su vida “habría estado mucho más apagada y habría sido menos interesante si ella no hubiera sido la amiga que fue” para él.
Carrie Fisher, la icónica princesa Leia de Star Wars, murió el pasado martes en Los Ángeles (EE.UU.) a los 60 años tras sufrir un ataque al corazón en un avión. Su madre, Debbie Reynolds, la protagonista de Singin' in the Rain (1952), falleció un día después, a los 84 años, debido a un derrame cerebral cuando se encontraba también en la ciudad californiana.