Nyong'o acudió como invitada al programa Live Kelly & Michael, de la cadena ABC, que se emitió desde el escenario del teatro Dolby donde la noche anterior se anunciaron los ganadores de los Oscar.
“Aún no lo he asimilado, ni siquiera he dormido”, comentó Nyong'o tras ser ovacionada por los espectadores al aparecer en escena con su galardón en la mano. “Es sobrecogedor. Estoy tratando de absorberlo todo”, confesó la actriz, quien agregó: “vino la medianoche y esto (el Óscar) no desapareció”, apuntó la actriz, como si fuera parte del cuento de la Cenicienta.
Nyong'o, de 31 años, dijo que durante “la primera mitad de la noche” fue “muy egoísta” y no dejó que nadie se tomara una foto con su estatuilla.
La actriz asistió después de la ceremonia a una fiesta organizada por Vanity Fair en la que se dejaron ver numerosos invitados a los Óscar, como Glenn Close, Lady Gaga, Leonardo DiCaprio, Anne Hathaway, David O'Russell, John Travolta, Amy Adams, Sofía Vergara, Penélope Cruz y el mexicano Alfonso Cuarón.
Tampoco faltaron Angelina Jolie y Brad Pitt, para celebrar el primer Óscar del actor, que recibió el galardón por producir 12 Años de Esclavitud.
Durante la ceremonia, algunos optaron por acudir a la 22 edición del evento de la fundación contra el sida de Elton John, una de las fiestas para seguir los Óscar por televisión, en la que se recaudó 5,1 millones de dólares.
Entre los asistentes estuvieron, además de Elton John, las hermanas Kardashian, Paulina Rubio, Paz Vega, Sheryl Crow, Taylor Swift, Jane Fonda y Heidi Klum.
Ya de madrugada, el punto de encuentro fue la mansión del representante de Madonna, Guy Oseary, donde se organizó la tradicional fiesta post-Óscar de la famosa cantante.
Un evento a puerta cerrada y con fuertes medidas de seguridad para evitar la intromisión de fotógrafos y en el que Madonna lució pendientes y brazaletes de diamantes de 1.000 quilates, según la revista US Weekly.