Una vistosa comitiva encabezada por “embajadores pitufos” de 12 países, y por la hija de Peyo, Véronique Culliford, y el productor de la película, Jordan Kerner, recorrió el centro de la capital belga antes de embarcar en un tren hacia París, principal escenario de la última aventura cinematográfica de estos seres fantásticos.
Estos son los principales actos en Europa del segundo “Día Mundial de los Pitufos”, organizado para promocionar el lanzamiento de “Los Pitufos 2”, una comedia familiar en 3D, segunda parte de la trilogía que arrancó en 2011 y que podrá verse en todo el mundo entre finales de julio y principios de agosto.
El filme combina animación digital con escenarios y actores reales, con un reparto en el que destacan Neil Patrick Harris ("How I Met Your Mother") y Sofía Vergara ("Modern Family") como intérpretes de carne y hueso, y Kate Perry y Cristina Ricci, que ponen voz respectivamente a Pitufina y a Vexy, un nuevo personaje.
“Si en la primera película introdujimos a los pitufos en nuestro mundo, en esta respondemos a la pregunta que se hacen los fans de por qué hay sólo una chica (Pitufina) entre ellos”, según dijo el productor de la película.
La coqueta pitufa rubia desempeña un papel fundamental en esta nueva entrega, en la que el malvado Gárgamel crea a una pareja de “naughties” (traviesos), seres de naturaleza similar a los pitufos pero más perversos y de tez pálida, con el objetivo de atrapar la esencia mágica que atesoran los primeros.
Los “naughties” Hackus y Vexy tratarán de secuestrar a Pitufina para “llevarla al lado oscuro” y convencerla de que se convierta en uno de ellos, de modo que Gárgamel pueda adueñarse de su fórmula mágica y crear así tantos pitufos como desee, explicó Kerner.
“La cuestión es si el pasado oscuro de Pitufina pesará más sobre ella que la influencia de Papá Pitufo y el resto de pitufos”, añadió el también productor de la primera entrega y de otras películas como “George de la Selva” o “Inspector Gadget”.
El argumento se inspira en las historietas originales aunque no se basa íntegramente en ninguna de ellas, según Kerner, quien destacó que “en todo momento” trataron de respetar la esencia de la obra de Peyo, seudónimo artístico de Pierre Culliford (Bruselas, 1928 - 1992).
“Hemos intentado hacer una película para una audiencia lo más amplia posible, que pueda gustar a varias generaciones”, añadió el productor.
Entre los “embajadores pitufos” que desfilaron hoy por Bruselas se encontraba David Fernández, alcalde del pueblo malagueño de Júzcar, nombrado oficialmente primer “Pueblo Pitufo” por Sony Pictures en 2011.
Desde entonces, los 250 habitantes de esta localidad de la Serranía de Ronda “se sienten pitufos” e incluso han adoptado apodos como Gárgamel, “pitufo bromista”, “pitufo cocinero” o “pitufo gruñón”, dijo el alcalde, con el rostro pintado de azul y ataviado con gorro y pantalones blancos para la ocasión.
Júzcar también prepara una serie de actos y conmemoraciones ante el estreno, eventos que han atraído a más turistas y han generado “más cultura, más alegría y más bienestar en el pueblo, algo muy importante en los tiempos actuales”, señaló Fernández.
Los pitufos vieron la luz en 1958 y celebrarán su 55 aniversario el próximo 23 de octubre, según recordó la hija de su creador. “Estamos muy orgullosos de ver que en todos estos años su éxito no ha hecho sino aumentar, y ahora llegará la apoteosis con la segunda parte de la película, que es extraordinaria”, afirmó Culliford, quien ha supervisado los guiones de ambas películas.
A su juicio, el secreto del éxito de estos personajes reside en su “simpatía” y en que “reflejan lo que a todo el mundo le gustaría tener: viven amigablemente en comunidad y no tienen preocupaciones en su día a día”.
Kerner, por su parte, afirmó que el hecho de que sean “los únicos mamíferos azules” hace que “cualquier persona pueda identificarse con ellos, venga del país que venga o sea de la raza que sea”. Pero ahora, la candidez y la armonía en la que viven los pitufos se ve amenazada por los planes de Gárgamel y por sus pérfidas nuevas criaturas.