La cinta, que se estrenó en Paraguay hace unas tres semanas, se realizó bajo las indicaciones del traductor del aclamado director surcoreano, que no habla inglés y no pudo comunicarse directamente con los actores, situación que el reparto definió como “un salto al vacío”.
“Es un director muy particular, nada se hace por azar. Fue arriesgado, pero no me importa jugármela”, afirmó Kidman en la presentación de este “thriller”, donde interpreta un papel secundario que le ofrece comodidad en su vida personal.
“No me gusta estar en cada escena de una película. Tengo una hija pequeña y me gusta poder tomarme algunos días libres”, explicó la ganadora de un Óscar en 2003 por “Las Horas”.
Kidman recupera su registro de madre inusual, cultivado en “Los Otros” (2001), como Evelyn, una mujer mentalmente inestable que debe hacerse cargo de su inusual familia después de que su marido Richard (Dermot Mulroney) muera en un misterioso accidente el día en que su hija India (Mia Wasikowska) cumplió 18 años.
El carácter retraído y oscuro de India se acentúa coincidiendo con la llegada inesperada de su tío Charlie (Matthew Goode), alguien a quien Richard jamás mencionó y que pasará un tiempo con la familia.
Llena de elementos oscuros, la cinta pronto muestra que Charlie no parece ser quien dice y que India, inicialmente desconfiada, se siente cada vez más atraída hacia el secreto de su tío, clave en su evolución personal.
“Fue realmente divertido ver el misterio y lo oscuro de India y tratar de entenderla”, relató Mia Wasikowska, que tras papeles más cándidos como su “Alicia en el País de las Maravillas” (2010) se lanza ahora al mundo de los adolescentes ermitaños y apáticos.
“Es una persona introvertida, muy observadora y aislada”, define Wasikowska, de ascendencia polaca, a su personaje, que puede recordar en ocasiones a la célebre “Carrie”, aunque esa no fuera la intención inicial del director.
“Cualquier película que cuente de manera tenebrosa la historia de una chica recuerda automáticamente a 'Carrie'; no es una comparación que me moleste, pero desde luego no es intencionado, de hecho vi por primera vez la película después de acabar 'Lazos Perversos'”, explicó Chan-wook.
El coreano, que conoce el aplauso del público de Cannes, aporta su peculiar forma de contar historias al guión original, del que cambió algunos detalles para “crear una experiencia sensorial” a través de objetos que se vuelven fetiches en el metraje.
Para aceptar el reto de rodar en inglés, Chan-wook reconoció que fue esencial el guión.
“Hay dos tipos de guión, aquellos en los que no importa quién es el director porque en cualquier caso el resultado será una película muy parecida y por otra parte el tipo de guión que puede terminar siendo una película completamente distinta en función de quién la dirija. 'Stoker' es del segundo tipo”, indicó.
Chan-wook utiliza su estilo para enfocar la evolución de India de niña a mujer a través de la muerte, el sexo, las relaciones familiares y su forma de comunicarse con los demás teniendo como fondo elementos de tensión en apariencia inofensivos, como un piano, una araña o unos zapatos.
Mientras el director decidió participar por el proyecto por el guión, Nicole Kidman lo hizo por él, al que conoció tras haber visto su trabajo en “Old Boy” (2003).
“Es un director muy potente. Los directores que escojo tienden a desarrollar una forma de rodar compleja y elijo historias que buscan mostrar las sombras que tenemos, así que Chan-wook era perfecto”, afirmó Kidman, que volverá a tener un papel protagonista el próximo año en “Grace”, donde interpreta a la desaparecida princesa de Mónaco, Grace Kelly.