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La película se estrenó esta semana en nuestras salas y está dirigida por Dean Devlin, director de la decepcionante "Geo-Tormenta". Está protagonizada por David Tennant, Robert Sheehan, Kerry Condon y Jacqueline Byers.
Es un filme de clase B cuyo planteamiento es atractivo. La trama nos presenta a dos valet-parkings que van a las casas de los clientes del restaurant donde trabajan y aprovechan para llevarse algunas cosas, mientras están comiendo. Se han propuesto llevar cosas pequeñas, para que los dueños no se den cuenta inmediatamente de que han sido robados. También eligen a clientes de mucho dinero, como el desagradable dueño de un Maserati. Al llegar a su casa, uno de ellos encuentra a una mujer fuertemente maniatada. Si denuncia el hecho, hará notar que ha ingresado a la casa furtivamente, pero si no lo hace, probablemente la joven morirá.
Allí comienza una historia de mucha tensión, en la que el secuestrador, que resultó ser un serial killer descubrirá al joven ladrón y hará todo lo posible para destruirlo socialmente. Una persecución que tendrá un desenlace inesperado.
El filme tiene el toque B que no deja de tener lo suyo. Si bien la historia es atractiva, las actuaciones dejan mucho que desear. David Tennant encarna al secuestrador en un estilo que nos recuerda al Norman Bates de Anthony Perkins. Sheehan es el ladrón y Kerry Condon la secuestrada. Actores de televisión que con una mejor dirección podrían haber mejores papeles.