La fiesta de Cannes a punto de arrancar

La 71 edición del Festival de Cannes opta este año por el equilibrio entre estrellas, cineastas de culto y nuevos nombres, sin olvidar grandes estrenos, como la nueva del universo de Star Wars.

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El delegado general del Festival de Cannes, Thierry Frémaux, admitió durante la presentación del programa oficial que ya “nada será igual” tras el escándalo de abusos sexuales que comenzó con las acusaciones contra el otrora poderoso productor estadounidense Harvey Weinstein.

La organización aseguró que quiere ser “ejemplar” y para ello ha puesto en marcha una línea telefónica donde denunciar posibles agresiones sexuales durante esta edición de Cannes, que se celebrará del 8 al 19 de mayo.

Además, los nombres femeninos aparecen más de lo habitual en todos los apartados del festival. La actriz australiana Cate Blanchett presidirá el jurado de la competición oficial; tres directoras competirán por la Palma de Oro –Eva Husson, Nadine Labaki y Alice Rohrwacher– y se homenajeará a Jane Fonda. Son algunos ejemplos de una edición que no estará tan plagada de estrellas y glamour como en años anteriores, aunque habrá rostros muy conocidos, como Penélope Cruz y Javier Bardem –“las dos principales estrellas del cine de hoy”, en palabras de Frémaux–.

También se espera que paseen por la alfombra roja de Cannes Andrew Garfield, Emilia Clarke, Adam Driver, Marion Cotillard, John Travolta -otro de los homenajeados de la edición- o los argentinos Ricardo Darín y Cecilia Roth.

Además de cineastas de prestigio como Martin Scorsese, que recibirá el premio honorífico de la Quincena de Realizadores; Christopher Nolan, que presentará una proyección especial de “2001: A Space Oyssey” por su 50 aniversario, o el último ganador del Óscar a mejor actor, el británico Gary Oldman.

Oldman, Nolan, Travolta y Ryan Coogler –director de “Black Panther”, la película más taquillera hasta ahora de este 2018– protagonizarán cuatro clases magistrales que sustituyen a las tradicionales Lecciones del cine de ediciones anteriores. Porque este año Cannes se ha puesto más serio. Y ha apostado claramente por el cine de autor en un año en el que se cumple el 50 aniversario del movimiento social de Mayo del 68, que empezó entre los estudiantes y se extendió a todos ámbitos, incluido el cine, con clausura de aquella edición del festival incluida.

Se recordará aquel Mayo del 68 con diversos actos, aunque el más evidente es la presencia de Jean-Luc Godard –uno de los principales cabecillas cinematográficos del movimiento– en la competición oficial por una Palma de Oro que aún no está entre sus logros pese a ser uno de los nombres imprescindibles del cine francés.

Cineastas tan políticos como el iraní Jafar Panahi y el ruso Kirill Serebrennikov, dos directores que, en principio, no podrán asistir al pase de sus películas –igualmente en competición oficial– por sus problemas con la justicia de sus países.

Junto a ellos, nombres desconocidos de cinematografías con poca o nula presencia internacional. Es el caso de Kenia, que participa por primera vez en Cannes y lo hace con “Rafiki”, una película que estará en la sección Una cierta mirada –la segunda en importancia del festival– y cuya exhibición se ha prohibido en su país por contener “escenas homosexuales que van contra la ley, la cultura y los valores morales del pueblo keniano”.

Otro estreno en Cannes es el de Arabia Saudí, que de momento se limitará a un pabellón dentro del Mercado que se celebra en paralelo al festival. Todo un avance para un país en el que se acaban de retomar las proyecciones de cine tras 35 años de prohibición.

Un lado serio que el festival es consciente que tiene que equilibrar para atraer a los espectadores más habituales del cine, los de las grandes producciones, como “Han Solo: A Star Wars Story”, la nueva película del universo creado por George Lucas hace más de cuarenta años, o los temas de actualidad, como el que aborda Wim Wenders en su documental dedicado al papa Francisco.

Son parte de las sesiones especiales o fuera de la competición de esta edición, que también ofrecerá documentales sobre Whitney Houston o Jane Fonda o el último trabajo de Lars von Trier, que regresa a Cannes, donde en 2011 fue declarado “persona non grata” por sus comentarios de apoyo a Hitler.

Todo apunta a que el cineasta danés será una de las polémicas del año, como en 2017 fue la participación de dos producciones de Netflix en la competición oficial.

Este año, Frémaux decidió limitar los productos para televisión a las secciones no competitivas, algo que no gustó nada a la plataforma de contenidos, que decidió no participar en Cannes, para perjuicio, entre otros, de Alfonso Cuarón, que ha realizado su último y esperado filme bajo el paraguas de Netflix.

Y cuando solo quedan tres días para la apertura de Cannes, aún está en peligro la clausura por parte de “El hombre que mató a Don Quijote”, el proyecto al que Terry Gilliam ha dedicado 25 años de esfuerzos, y que está pendiente de una decisión judicial por cuestión de derechos.

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