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Casi exactamente un año luego del estreno en Paraguay de Ralph el Demoledor, el 53º filme de la saga de clásicos animados de Disney llega a salas de cine del país. Se trata de Frozen, un filme musical de aventura y fantasía en el que predominan el hielo y la nieve.
Muy libremente basado en el cuento clásico de Hans Christian Andersen La Reina de las Nieves, la película transcurre en el reino de Arendelle, donde viven las hermanas Elsa y Anna, princesas del reino. Elsa cuenta con asombrosos poderes que le permiten crear y manipular hielo, pero el miedo a lastimar a alguien la lleva a vivir en aislamiento hasta el día de su coronación como reina.
Sin embargo, un incidente acaba revelando sus poderes y haciéndola huir, al mismo tiempo desatando sin intención un invierno eterno sobre el reino. Queda en manos de Anna el ir en busca de su hermana y traerla de vuelta a casa para salvar a Arendelle.
No se trata de la primera vez que Disney se basa en la obra de Andersen para una de sus películas animadas, ya que en 1989 el estudio había estrenado La Sirenita. Sin embargo, “Frozen” es un proyecto cuyos orígenes en Disney pueden rastrearse hasta la década de 1940, cuando Walt Disney impulsó un proyecto para llevar al cine la vida de Andersen, incluyendo en la película segmentos animados basados en sus cuentos.
La adaptación de La Reina de las Nieves -cuya historia los realizadores consideraban demasiado oscura para traducir en un filme para toda la familia- eventualmente quedó en el olvido, hasta que el estudio resucitó el proyecto en los años '90, tras el éxito masivo de sus filmes de la primera mitad de esa década. Sin embargo, cuando el animador Glen Keane -quien había trabajado en filmes como La Sirenita, Aladín, La Bella y la Bestia y Tarzán- renunció al filme en 2002, el proyecto quedó de nuevo cancelado.
Sería el director Chris Buck, co-director de Tarzán, quien resucitaría el proyecto en 2008, proponiendo realizarlo de forma tradicional con animación en 2D. Sería el masivo éxito comercial y de crítica de Enredados en 2011, que probó el potencial de estrenar un filme musical al estilo del Disney clásico pero con la tecnología moderna, lo que acabaría por dar la luz verde a Frozen. Con colaboración a John Lasseter, una de las figuras clave de la historia de Pixar, Buck y su equipo -que sumó a la guionista Jennifer Lee (Ralph el Demoledor) como co-directora- fueron dando forma al proyecto, cambiando personajes y estableciendo una dinámica distinta a los intentos anteriores de adaptar el cuento.
Para el papel protagónico de Anna, los realizadores reclutaron a la actriz Kristen Bell, conocida por filmes como la comedia para adultos Cómo sobrevivir a mi ex y la serie televisiva Veronica Mars y con experiencia como actriz de voz en proyectos como la película animada Astro Boy (2008) y los tres primeros títulos de la saga de videojuegos Assassin's Creed. Bell grabó sus diálogos y canciones estando embarazada, y tuvo que volver a grabar varias escenas tras dar a luz, ya que su voz se había vuelto ligeramente más profunda durante el embarazo.
Para interpretar a Elsa, se decidió contratar a la actriz Idina Menzel, una experimentada artista de Broadway con participación en aclamadas obras como Rent y Wicked, y que participó en películas como la adaptación de Rent y la aclamada producción de Disney Encantada (2006). El trabajo de Menzel en el filme -particularmente su interpretación de la canción Let it go- ha recibido el aplauso casi unánime de la crítica.
El resto del elenco se compone de Jonathan Groff (Glee) como Kristoff, un montañés que ayuda a Anna; el actor teatral Santino Fontana como Hans, un príncipe de quien Anna se enamora; Alan Tudyk (Ralph el Demoledor) como un dignatario extranjero en Arendelle; y Josh Gad (Jobs) como Olaf, un hombre de nieve con vida que acompaña a Anna y Kristoff en su aventura.
Para componer las canciones que formarían parte del filme, el estudio reclutó a los compositores Robert López -tres veces ganador del premio Tony y conocido por su trabajo en aclamadas puestas musicales de Broadway como Avenue Q y The Book of Mormon- y Kristen Anderson-López, quien ya había trabajado junto a su esposo en Winnie the Pooh (2011).
El equipo de producción del filme incluyó al animador paraguayo Joaquín Baldwin, quien trabajó en el departamento de layout, que se encarga de dar los primeros pasos en preparar las tomas teniendo en cuenta la ubicación de las cámaras virtuales y los personajes. Es el segundo filme en el que Baldwin trabaja en Disney, luego de Ralph el Demoledor.
Frozen se estrenó en Estados Unidos el pasado 27 de noviembre, y desde entonces se convirtió en un masivo éxito de taquilla, recaudando en todo el mundo hasta la fecha casi 500 millones de dólares. El filme conquistó ya varios galardones de diversas asociaciones de críticos en los Estados Unidos.