Un centenar de filmes -entre ellos 14 largometrajes de ficción en competición por el Gran Premio El Flechazo- se presentarán en este Festival de películas latinoamericanas, que en sus 26 años de existencia supo convertirse en referencia de cinéfilos y públicos diversos.
Esta edición ha sido pensada en honor a las mujeres, con directoras y productoras que dan un rasgo distintivo a la industria cinematográfica de la región.
“En la nueva generación de cineastas latinoamericanos, vemos desde hace unos quince años una llegada importante de directoras, productoras y guionistas mujeres”, subraya Francis Saint-Didier, presidente de la asociación que organiza el Festival.
Entre las cineastas que se darán cita en Toulouse figuran pioneras, como la argentina Lita Stantic, y jóvenes realizadoras, como la venezolana Mariana Rondón, la argentina Celina Murga o la chilena Marcela Said, que han pisado fuerte y triunfado en festivales internacionales, como Cannes y San Sebastián.
“A pesar del atraso inicial, las mujeres en el cine latinoamericano son ahora proporcionalmente más numerosas que en Europa. En este tema, América Latina está delante del resto del mundo”, asegura Saint-Didier.
Otra particularidad de esta edición es la aparición en el apartado competitivo de países con menor tradición cinematográfica, como Ecuador o Costa Rica, y la confirmación de potencias emergentes en el cine latinoamericano, como Colombia, en un paisaje cinematográfico largo tiempo dominado por Argentina, Brasil y México.
Ecuador buscará la recompensa suprema del Festival con la ópera prima de Juan Carlos Donoso Gómez, Saudade, un retrato de la generación que creció con la crisis de finales de los años 90, que condujo al país a adoptar el dólar como moneda nacional.
Costa Rica será representada por la cinta de Neto Villalobos Por las plumas, que explora la poco común amistad entre un gallo de pelea y su dueño, al mismo tiempo que esboza a través de historias variadas e inéditas un retrato de una sociedad individualista.
Otro filme en liza, Por las plumas, del costarricense Neto Villalobos, explora la poco común amistad entre un gallo de pelea y su dueño.
“En estos países se producía antes muy poco y la calidad quizá no era para el nivel de un festival internacional, pero este año, por primera vez en la historia de Toulouse, hay por ejemplo tres películas ecuatorianas en competencia, una en la sección largometraje ficción y dos en documentales”, explica a la AFP Erick González, responsable de la programación.
El cine colombiano, que viene ya pisando fuerte en festivales internacionales desde hace más de diez años, llegará a Tolouse con Tierra en la lengua, el segundo largometraje de Rubén Mendoza, que convoca el pasado violento de todo un país al tiempo que relata una historia familiar muy personal.
Entre los platos fuertes del festival, Toulouse presentará también su ya tradicional sección “Cine en Construcción”, creada hace doce años por el certamen francés y el festival español de San Sebastián, para dar un empujón final a proyectos latinoamericanos inconclusos.
En las anteriores entregas de esta categoría, Cine en Construcción abrió las puertas a películas posteriormente premiadas en festivales de altura. Una experiencia vivida por Gloria, del chileno Sebastián Lelio, Oso de Plata a la Mejor Actriz en el festival de Berlín de 2012.