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Este mes de agosto trae con sigo dos estrenos de largometrajes paraguayos en el circuito comercial -más uno en salas independientes, como fue el caso de El Tiempo Nublado-, el primero de los cuales es el drama de suspenso y tintes religiosos Felices los que lloran, la ópera prima del realizador Marcelo Torcida.
Felices los que lloran se centra en Juan, el hijo de una acaudalada familia de Asunción que busca independizarse, ante las presiones de su padre, quien desea que encamine su vida y piense en su futuro. En su afán de lograr la independencia, se involucra en el tráfico de drogas, con graves consecuencias.
Marcelo Torcida es un empresario devenido director de cine a quien vivencias directas e indirectas llevaron a querer contar una historia de esperanza, fe y redención en medio de violencia y confusión. Originalmente, la historia iba a ser contada en un libro, pero el deseo de que el relato llegue a la mayor cantidad de personas posible acabó impulsándolo a mirar al cine.
Aunque originalmente solo iba a escribir el guión, finalmente se dejó convencer por sus colaboradores de ponerse él mismo a cargo del rodaje, rodeándose de experimentados profesionales de Latinoamérica y España para compensar por su propia falta de experiencia o formación académica en el cine.
El rodaje de Felices los que lloran duró unos 60 días y se desarrolló en puntos de Asunción como el arroyo Mburicaó y el barrio Trinidad; todo el filme se rodó en la capital, salvo una escena que debía filmarse en un área que se inundó por la crecida del río Paraguay el año pasado, lo que obligó a filmar esa escena concreta en Luque.
El elenco del filme incluye al actor argentino Carlos Echevarría y el español Carlos Cabra, junto a Juan Manuel Rojas, Harry Stanley, Héctor Silva, Javier Del Puerto, Diego Sarabia y Luis Galeano, entre otros. El filme tuvo un estreno preliminar a principios de mayo en el barrio Cateura de Asunción y fue galardonado en el Festival Internacional de Cine Católico “Mirabile Dictu”, celebrado en el Vaticano.