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SAN SEBASTIÁN (AFP y EFE). El triunfo de "Entre dos aguas" tiene un sabor especial para el director, el catalán Isaki Lacuesta, que ya logró en 2011 en San Sebastián la Concha de Oro por su película “Los pasos dobles”. Su nueva cinta es la secuela de “La leyenda del tiempo”, que ya sacó en 2006 con los mismos protagonistas, los hermanos Israel Gómez y Francisco José ’Cheíto’ Gómez, que actúan con sus mismos nombres.
Al recoger el premio, Lacuesta recordó que la película empezó a filmarse en 2004, en tiempos de su anterior filme. La historia se desarrolla en la Bahía de Cádiz, y en ella Israel es un adulto que acaba de pasar tres años en prisión por narcotráfico, padre de tres hijas pequeñas, y que al salir se encuentra con que su mujer lo echa de casa. Cuenta con su hermano Cheíto, soldado de la Marina. Trata de ganarse la vida como marisquero y como vendedor de chatarra robada, para luego ceder a la tentación del narcotráfico. Sin embargo, ni siquiera el dinero fácil consuela la angustia de la muerte trágica de su padre, que no sabe si vengar o no, ni la pena por no vivir con sus hijas.
Esta película competía en la sección oficial del festival junto a otras 17 producciones en representación de Argentina, España, Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Austria, Suiza, Noruega, China, Japón, Corea del Sur y Filipinas.
También la película argentina "Familia Sumergida", dirigida por María Alché, logró el Premio Horizontes Latinos de la 66ª edición del Festival de Cine de San Sebastián, dotado con un premio en metálico de 35.000 euros (40.648 dólares).
"Dedico a todas las mujeres que hacen cine, porque necesitamos más miradas femeninas para que se puedan hacer más primeras, segundas y terceras películas", dijo la directora al recoger su premio.
La cinta fue elegida entre doce aspirantes de siete nacionalidades que aspiraban al premio, que se otorga al mejor largometraje latinoamericano inédito en España.
Ópera prima en la dirección de la argentina María Alché, actriz que debutó en "La niña santa", la película cuenta el viaje emocional y el duelo de una mujer que ha perdido a su hermana. La película surgió de observar a personas cercanas que están experimentando duelos, de la parte material de esos procesos, lo que tiene que ver con desmantelar una casa o encontrar objetos del fallecido, y su aspecto más metafísico, sobre los sentimientos que tienen las personas que se quedan.
Alché centró la acción en un verano en la ciudad de Buenos Aires, en plena canícula y con la ciudad vacía. Su hermana acaba de morir y ella hace su duelo mientras debe enfrentarse a desarmar su casa cuando un joven amigo de su hija irrumpe en su vida.
La directora ha querido compartir su premio con la "inmensa" actriz protagonista, Mercedes Morán, que competía en varias secciones del festival en un total de cuatro cintas. El premio especial del jurado fue otorgado a “Alpha, The Right To Kill”, de Brillante Mendoza (Filipinas); la Concha de Plata al mejor director fue para Benjamín Naishtat por “Rojo” (Argentina). El protagonista de esta película, Darío Grandinetti, obtuvo la Concha de Plata a mejor actor. También el fotógrafo Pedro Sotero fue premiado por su labor en esta película.
La Concha de Plata a la mejor actriz fue para Pia Tjelta por “Blind Spot” (Noruega).
El Premio del jurado al mejor guion fue para Paul Laverty por “Yuli” (España) y Louis Garrel por “L’homme fidèle” (Francia). Los premios honoríficos Donostia fueron para Judi Dench (Gran Bretaña), Danny DeVito (EE.UU.) y Hirokazu Kore-eda (Japón), y el galardón al nuevo director fue para Hiroshi Okuyama (Japón), por su filme "Jesús".
Finalmente, las menciones especiales fueron para “El Motoarrebatador”, de Agustín Toscano (Argentina), y “Los tiburones”, de Lucía Garibaldi (Uruguay), en la sección "Cine en construcción".