La cinta escrita, producida y protagonizada por el astro de Rocky se estrenó esta semana en Estados Unidos y llega a las pantallas latinoamericanas a partir de este viernes.
La película —segundo largometraje que dirige Patrick Hughes después de Red Hill, un western que pasó sin pena ni gloria en 2010— incluye también a jóvenes estrellas del cine de acción como Kellan Lutz, el semidiós de La leyenda de Hércules.
En esta tercera entrega, Barney Ross (Stallone) y su equipo deben enfrentarse al traficante de armas Conrad Stonebanks, interpretado por Gibson, ganador del Óscar en 1996 por la dirección y la producción de Corazón Valiente .
Para su trabajo, Barney Ross anuncia que retirará de la misión a su “viejo” equipo (Jason Statham, Dolph Lundgren, Randy Couture...) y que reclutará a un grupo de jóvenes, aunque el conflicto de edades se resolverá con la participación de veteranos como Schwarzenegger, Antonio Banderas y Harrison Ford.
Las chanzas sobre las supuestas tensiones entre los “viejos” y los “nuevos” se trasladaron de los personajes a los actores durante una conferencia de prensa en Hollywood para presentar el film.
“Los actores no quieren retirarse, sino que están forzados a retirarse”, dice Stallone a los periodistas cuando le preguntan sobre su papel de actor de acción a los 68 años. “Es una lástima, porque nos volvemos mejores actores con el tiempo, aunque nos cueste cada vez más memorizar los diálogos”, bromeó.
Gibson, de 58 años, dijo que le encantaba “recibir los puñetazos” de Stallone y bromeó afirmando que no sabía que le tocaría el papel de villano. “Fue una sorpresa para mí, me quedé sorprendido. Yo quería ser el objeto de interés amoroso, ¡pero no había nadie a quien amar!”.
Para Lutz, el recién llegado a la familia de los actores de acción, trabajar junto a prácticamente todas las leyendas del género es más de lo que hubiera fantaseado.
“La mayoría de las veces uno consigue trabajar con un héroe de acción a la vez, o tal vez dos, en una película”, dijo Lutz a la AFP en una entrevista de video. “Esto es algo inédito. Tener a un elenco de esta magnitud, donde están los más grandes actores y héroes de acción, incluso tener una sola escena con ellos, es un sueño hecho realidad”.
“Y uno descubre entonces lo fantásticos que son cuando las cámaras no están filmando”, añadió el joven actor, que se hizo un lugar en Hollywood como el vampiro Emmet Cullen en la saga adolescente Crepúsculo.
Las entregas de 2010 y 2012 recaudaron cerca de 540 millones de dólares en todo el mundo.