Varda, una de las pocas figuras femeninas de la llamada “Nouvelle Vague”, descansa desde hoy en el cementerio parisino de Montparnasse, el mismo en el que reposa su esposo, el también director Jacques Demy.
Las actrices Catherine Deneuve y Marion Cotillard, la cantante Jane Birkin o el artista y fotógrafo JR, con el que realizó su penúltima obra, Visages, Villages, fueron algunos de los rostros congregados para despedirla.
“No es un homenaje, sino una reunión de familia en torno a esta obra tan rica que ayuda a pensar y a reflexionar”, dijo el director de la Cinemateca Francesa, Frédéric Bonnaud, para quien Varda fue “una pionera”.
La cineasta se estrenó en el cine sin formación específica, pero con un largometraje, La Pointe Courte (1955), que la convirtió en precursora de la “Nouvelle Vague”, el movimiento cinematográfico vanguardista que rompió con el canon entonces dominante.
Cléo de 5 à 7 (1962), con el que pisó Cannes por primera vez, Sans toit ni loi, que le valió el León de Oro de Venecia en 1985 o Visages, Villages en 2017, año en que se le concedieron el Óscar honorífico y el Premio Donostia, se añaden a una larga trayectoria que incluye cortometrajes y producciones para televisión.