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Una de las historias definitorias de la literatura norteamericana del Siglo XX es “El Gran Gatsby”, la emblemática novela del autor F. Scott Fitzgerald que ya fue en varias ocasiones adaptadas al cine. Sin embargo, este nuevo salto de la página a la pantalla viene con el atractivo de un espectáculo visual impresionante cortesía de un experto en películas de suntuosa puesta en escena: Baz Luhrmann.
El director australiano de filmes como “Moulin Rouge” (2001) y “Australia” (2008) comanda un elenco de estrellas en esta superproducción que transporta al público a la Nueva York de los años '20, una época de excesos y bonanza con secretos oscuros.
El protagonista es Nick Carraway (Maguire), un veterano de la Primera Guerra Mundial que se ve atraido al lujoso y excesivo mundo de su vecino, el acaudalado y carismático magnate Jay Gatsby (DiCaprio), un hombre que en apariencia lo tiene todo, pero que en realidad ocuta siniestros secretos.
A Maguire y DiCaprio se une un elenco que incluye a Carey Mulligan (“Drive”), Isla Fisher (“Despedida de Soltera”) y Joel Edgerton (“La Noche más Oscura”), entre muchos otros.
El realizador australiano Luhrmann, caracterizado por el alto nivel de espectacularidad visual de sus películas, ya se vinculó al proyecto en 2008, luego de estrenar “Australia”, y no tardó mucho en decidirse por DiCaprio y Maguire para las dos figuras centrales de la película.
Para el papel de Daisy, el gran amor de Gatsby, se tuvo en consideración a actrices como Scarlett Johansson, Amanda Seyfried, Keira Knightley, Michelle Williams, Abbie Cornish y Blake Lively, antes de que el director se decidiera por Carey Mulligan; el director la llamó para contarle que obtuvo el trabajo mientras ella se hallaba en un evento de alfombra roja en Nueva York, y la actriz rompió en lágrimas.
Aunque el filme transcurre en Nueva York, la película se rodó casi totalmente en Sídney, Australia.
La película llegó a cines de los Estados Unidos el pasado 10 de mayo, y ya recaudó más de 200 millones de dólares.