El joven conocido por la saga Harry Potter afirmó, en una entrevista con Efe, que a través de sus ojos los espectadores verán “la mejor versión del doctor”: una nueva forma de entenderlo y con la que “querrán quedarse al final de la película”.
En Victor Frankenstein, que se estrena este viernes en cines de Paraguay, Radcliffe interpreta a Igor, un hombre que trabaja en un circo y que se encarga de relatar la historia del médico después de que este lo libere y lo convierta en su ayudante.
Para el actor británico, su personaje en esta cinta dirigida por Paul McGuigan resulta “muy útil” cuando se muestra la relación que mantiene con el doctor, ya que el pupilo “es la única persona para quien Frankenstein es un amigo encantador, amable e inteligente” y no “un hombre loco”.
A pesar de que Igor no aparece en la novela de la escritora Mary Shelley (1818), según Radcliffe el jorobado “es alguien que todo el mundo imagina cuando piensa en Frankenstein” y que sirve para que el espectador “encaje en su mente” todas las piezas sobre la historia del doctor.
El escocés James McAvoy, que encarna al científico, indicó que el personaje de Radcliffe le “humaniza” a la vez que ayuda a “entender” por qué quiere llevar a cabo su experimento basado en traer a la vida a un ser humano muerto.
“Cuando leí el libro no comprendí lo que hacía el doctor ni por qué estaba tan ofuscado (con crear al monstruo), ya que parecía que estaba obsesionado porque sí”, confesó el intérprete de X-Men. “Pero es por eso por lo que hacemos películas: para explorar y debatir por qué nos comportamos como nos comportamos”, comentó.
La entrada del jorobado en la vida de Frankenstein muestra a un médico con sentimientos y conciencia, dado que Igor le hace “reconsiderar sus acciones”, lo que produce en él una “reacción violenta”, remarcó McAvoy.
Tal y como anuncia una de las frases con las que arranca la cinta -“El mundo recuerda al monstruo, no al hombre”-, el público asocia a Frankenstein solo con el experimento, razón por la que los guionistas decidieron investigar por qué la historia original de Shelley se centraba en el doctor.
Aunque Radcliffe y McAvoy coinciden en que ambos personajes se necesitan el uno al otro, el actor de Harry Potter puntualizó que, si bien parece que Frankenstein necesita más a Igor que al contrario, el jorobado pasa de ser el personaje “más oprimido” al “más libre” gracias a la labor de Víctor. La relación entre Igor y el doctor es “abusiva, amistosa, saludable y peligrosa a la vez” para McAvoy, quien sostiene que lo “interesante” de la cinta es ver “quién tiene el poder”.
Durante los primeros minutos, el rostro familiar de Radcliffe se transforma en un jorobado de cabellos enredados que no puede erguirse y que se ve obligado a reptar para desplazarse. “Disfruté mientras tenía esa apariencia débil y dolorosa”, relató el británico, quien reconoció sentirse “contento” con el resultado conseguido con su interpretación de bufón circense.
Entre risas, Radcliffe recordó una de las escenas iniciales en la que los payasos realizan una coreografía: “La hicimos un par de veces, estábamos ya un poco oxidados y entonces nos dijeron 'tenéis veinte minutos, corred' y yo no podía más, así que al final se puede apreciar cómo estoy sudando”.
La película, que combina el terror con escenas cargadas de humor e ironía, también presenta el dilema siempre presente entre religión y ciencia para explicar el mundo.