“Estaba en Londres, en mitad de la noche y no podía dormir. Y vi un documental en una cadena local sobre esta loca y tierna familia británica dedicada a la lucha libre”, comentó a Efe por teléfono sobre una cinta inspirada en hechos reales que llegará a los cines de Estados Unidos esta semana.
“Más allá del aspecto de la lucha libre, lo que era atractivo para mí era esta idea de una familia que quería que sus hijos hicieran más, fueran grandes, y que, si había una oportunidad increíble de las que solo se dan una vez en la vida, la aprovecharan”, agregó Johnson.
Alejado, por un instante, de las descomunales producciones como Rápido y Furioso que le han convertido en una estrella, Johnson llevó este año a Sundance su película Luchando con mi familia, que cuenta con la dirección y un guion de Stephen Merchant (The Office) y con un elenco liderado por Florence Pugh, Lena Headey, Nick Frost y Vince Vaughn.
Con mucho humor y una aproximación muy cariñosa a sus personajes, más cercana a la comedia costumbrista que al melodrama deportivo, Luchando con mi familia se centra en una familia proletaria del Reino Unido que está completamente enamorada de la lucha libre y que organiza combates con escasos medios en bares y recintos de poca monta.
Pero la gran oportunidad para esta familia llega cuando World Wrestling Entertainment (WWE), una de las compañías más importantes de lucha, invita a una de las hijas de los Knight a que haga unas pruebas para convertirse en luchadora profesional.
“Lo que realmente me fascinó en primer lugar de su historia es que me identifiqué inmediatamente con ella”, dijo Johnson, que triunfó en la WWE antes de ser actor y cuyo padre y abuelo también se dedicaron a la lucha.
El intérprete, que en Luchando con mi familia además de ser productor ejecutivo se reservó un pequeño papel en el que hace de sí mismo, destacó que la historia de Paige es la de un sueño que se hizo realidad “contra todo pronóstico”.
“No solo llegó a la WWE sino que se convirtió en una de las estrellas femeninas más grandes que tuvieron”, remarcó.
Pese a ser todo un filón en la taquilla, Johnson se lanzó a desarrollar Luchando con mi familia sin obtener respaldo de un gran estudio y solo por medio de su compañía Seven Buck Productions.
La jugada parece haberle salido bien, ya que tras su estreno en Sundance, la meca del cine “indie”, las reseñas de los críticos han sido muy positivas.
“El objetivo no era hacer una película de la WWE ni sobre la lucha libre profesional: la meta era hacer una película sobre una familia (...) en la que la que la lucha resulta ser el 'background'”, aclaró.
Asimismo, Johnson opinó que la gente que no sea fan de la lucha puede disfrutar plenamente de la película y adelantó, además, que quizá encuentren “algo extremadamente interesante”.
“Lo que hacemos por primera vez en Luchando con mi familia es retirar la cortina de la WWE y mostrar los fundamentos de su trabajo, de todo lo que pasa fuera del escenario ” , aseguró.
Por su parte, Dany García, exmujer de Johnson y socia habitual del actor como productora, subrayó que esta es una “película íntima y personal” comparada con otras que hicieron anteriormente como Jumanji: En la selva (2017).
“Para nosotros, había mucho corazón y humor en la historia. Pero todo el mundo se puede identificar con intentar alcanzar el siguiente nivel o hacer lo mejor para tu familia”, indicó.
Por último, Hiram García, la tercera pata del trípode que sostiene Seven Buck Productions, ensalzó el “tremendo” reparto del filme y elogió a la joven Florence Pugh, toda una revelación en este largometraje.
“Quizá la gente no se dé cuenta, pero en la última parte de la película, cuando hace ese gran combate, Florence está en vivo delante de 30.000 ó 40.000 personas. En el negocio del cine es habitual estar delante de las cámaras, probar de nuevo, pero no hacerlo todo en directo enfrente de un público real de lucha libre (...) que no se conforma con un espectáculo mediocre”, destacó.