Depp y Bardem cara a cara en la quinta “Piratas del Caribe”

PARÍS. “Piratas del Caribe: La Venganza de Salazar” enfrenta cara a cara al excesivo Jack Sparrow con el capitán encarnado por Javier Bardem.

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Bardem reconoce en entrevista con EFE, aceptó sumarse a la quinta entrega de la saga por los “muchos atractivos” de la producción y de su personaje.

La película, que se estrena el próximo día 25 en Paraguay, muestra al icónico pirata interpretado por Johnny Depp perseguido por Salazar y su tropa de fantasmas, dispuestos a limpiar los mares de personajes como el suyo.

“En aquella época muchos de los capitanes de la armada española eran del sur”, explica Bardem sobre los guiños con los que construyó su papel y sobre la propia elección del nombre, con una zeta, señala, elegida expresamente porque “cuesta mucho a los extranjeros” y les atraganta al pronunciarla.

Con una caracterización que, tras películas como Sin lugar para los débiles o Skyfall vuelve a dejarle irreconocible, el actor se prestó al juego sabedor de que el aspecto y el lenguaje corporal, “que inconscientemente nos representa”, son importantes y “una de las muchas cosas a las que hay que prestar atención”.

El productor de la película, Jerry Bruckheimer, subraya que Bardem fue su “única opción”: “No solo es un actor brillante y oscarizado”, sino también una persona “maravillosa y creativa”, “que en las tres horas de maquillaje no se queja nunca”.

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Su duelo en la pantalla con Depp, alguien con una “habilidad excelente para transformarse corporalmente en los personajes”, “supergeneroso, divertido y atento”, según Bardem, supuso igualmente para los dos directores, Joachim Ronning y Espen Sandberg, “un privilegio”.

Rodada a cuatro manos por los dos noruegos, que están detrás igualmente de filmes como Bandidas, con Salma Hayek y Penélope Cruz, y la nominada al Óscar Kon Tiki, los cineastas intentaron volver en esta cinta a la esencia de la primera, llevando a ese cóctel una combinación buscada de espectáculo, acción, humor y suspense.

Esta saga, apunta Ronning, les recuerda al tipo de películas que veían cuando eran pequeños y que les inspiraron en su momento para ponerse detrás de una cámara.

El reparto está integrado también por actores como Orlando Bloom, por los jóvenes Brenton Thwaites y Kaya Scodelario, que ayudarán a Sparrow en la búsqueda de su única esperanza de supervivencia, el tridente de Poseidón, o por Geoffrey Rush, que vuelve a ponerse en la piel del capitán Barbossa.

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La evolución de los efectos especiales, según afirma este último, ha hecho de esta entrega una mucho más espectacular, en la que el filme y el universo del que habla, en su opinión, siguen resultando atractivos para las nuevas audiencias.

“Muchos niños, si van a una fiesta de disfraces, querrán vestirse de piratas. Creo que está relacionado con tener una espada y poder hacer lo que quieras”, afirma el actor australiano, para quien la versión moderna de esos malhechores son ahora los “hackers”.

“Roban. A veces para bien, otras puede que no, que creo que es lo que hacían los piratas en su día”, concluye Rush, sin pereza por retomar un papel que ya se enfundó en 2003 en el estreno de esta saga.

Los más de los 3.600 millones de dólares (unos 3.292 millones de euros) recaudados desde entonces en las salas de cine de todo el mundo dejan abierta la posibilidad a una sexta entrega si esta última mantiene las expectativas.

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“Si a la audiencia le gusta intentaremos hacer otra”, avanza el productor, según el cual, aunque es menos arriesgado económicamente hacer una secuela que empezar de cero, el secreto del éxito se reduce, como en el resto, a “contar una buena historia”.

En la cinta interviene también, con un papel muy breve, el legendario cantante y exmiembro de The Beatles Paul McCartney.

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