Como una especie de Slumdog Millionaire a la brasileña, la quinta película de Daldry cuenta en el reparto con Martin Sheen y Rooney Mara, pero las verdaderas estrellas son los tres chicos protagonistas, muchachos de las favelas que nunca antes se habían puesto delante de la cámara.
“Creo que ni siquiera llegaron a leer el guión, simplemente les contamos la historia y ellos lo improvisaron. Muchos de los temas y las ideas de la película salieron de ellos. Si es un éxito, será sin duda gracias a Rickson Tevez, Gabriel Weinstein y Eduardo Luis”, dice el cineasta.
La trama, impecablemente adaptada por Richard Curtis (Realmente Amor, Notting Hill) sobre una novela de Andy Mulligan, sitúa a los tres protagonistas en un basurero en el que buscan a diario y donde un día encuentran una cartera que contiene secretos que a la policía no le interesa que se descubran.
A Daldry la puerta de acceso al mundo de las favelas se la abrió precisamente Fernando Meirelles, director de la aclamada Ciudad de Dios (2002), que logró cuatro candidaturas a los Óscar con su mirada a la violencia de esos barrios marginales.
“Mi primera decisión al embarcarme en este proyecto, hace tres o cuatro años, fue viajar a Brasil. Meirelles tenía acceso a las comunidades, confiaban en él, y eso hizo posible el trabajo con ellos”, explica. “Me fascinó que era un mundo muy distinto al de los barrios deprimidos de Inglaterra. En mi país, en las comunidades pobres, hay un sentimiento de pesimismo y desesperanza, y lo que encontré en las favelas de Brasil fue un sentido del optimismo y la esperanza, a pesar de los retos que afrontan”, añade.
Ese optimismo parece haberse trasladado al tono de la película que, lejos del crudo realismo de Ciudad de Dios, se inclina más al terreno de la fábula de amistad y aventuras, eso sí, trepidante desde el primer minuto.
“Obviamente, es una fábula, la gente no encuentra millones de dólares así como así. Quería contar una historia sobre justicia y esperanza en esas comunidades, ese fue el punto de partida”, resalta sobre un filme que también aborda el tema de la corrupción policial y política en Brasil.
También en Billy Elliot y en Tan fuerte, tan cerca (2011) los protagonistas eran menores, pero, preguntado sobre su atracción hacia esa etapa vital, Daldry no cree tener nada especial que decir
“Es casualidad, no es algo intencionado. También he hecho películas sobre mujeres deprimidas, y la gente podría preguntarse por qué me fascinan las mujeres”, señala el director de Las horas (2002) y El lector (2008). Ambas lograron 9 y 5 candidaturas a los Óscar respectivamente, aunque sólo Nicole Kidman y Kate Winslet se llevaron los de mejor actriz.
“No creo que tenga una sensibilidad especial hacia la adolescencia”, insiste, “lo que sí me gusta es el trabajo con no profesionales, puede ser muy excitante lo que traen sobre la mesa”.
En la actualidad, Daldry prepara su salto a la televisión con The Crown, una serie de 10 episodios sobre la vida de la reina Isabel II de Inglaterra que codirigirá, junto a Peter Morgan (La Reina), para la plataforma audiovisual de internet Netflix. “Estoy emocionado con el proyecto, me encanta hacer cosas nuevas, va a ser una gran aventura”, dice Daldry.
Del reparto, que incluirá a la reina en distintas etapas de su vida, aún no se sabe nada. El comienzo del rodaje está previsto para julio de 2016.