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Gaspar Zimerman, crítico de cine del diario Clarín, había comentado el filme “como una talentosa e insospechada usina cinematográfica”, subrayando que “se viene el Nuevo Cine Guaraní”. Sin embargo, las críticas publicadas tras su estreno en el vecino país también han apuntado sus errores.
El crítico Pablo Suárez, de Buenos Aires Herald, remarca en su texto -publicado en inglés- "Mafiosos paraguayos no pueden hacerlo bien en todos los aspectos" que "Luna de cigarras tiene la intención de ser varias cosas a la vez, y falla en todos los aspectos. Quiere ser una comedia negra mezclada con una película mafiosa con restos de comedia de situación, con personajes extravagantes en situaciones fuera de lo común. Los personajes no son ni siquiera esbozados y los actores sobreactúan todo el tiempo, como si eso fuera a ayudar a dar contenido a sus papeles... pero algunos apenas pueden actuar".
Para el crítico, el filme "puede ser una película bien intencionada que busca un lugar en una industria casi inexistente, pero a pesar de su ingesta bruta de taquilla, sin duda hará ninguna diferencia en absoluto".
El periodista Diego Brodersen, de Página 12, por su parte, remarca que "resulta difícil no sentir cierta simpatía por esos criminales atrevidos y torpes, pero en la composición de cada uno de ellos las pinceladas grotescas terminan condimentando en exceso la cocción". La caricaturización de los personajes, según dice, resta la calidad de su relato. "Lo mejor está en algunos gags recurrentes que remiten a la comedia física más primitiva –pero no por ello menos eficaz–, como el incómodo lugar asignado en una cupé de colección a uno de los matones. Otros, en cambio, resultan pobres en su concepción y torpes en la ejecución (la extensa escena del padrecito trucho y su termo multifunción). Es una verdadera pena que la descripción de tipos no supere el simple estadio de caricatura y que el profesionalismo técnico no logre ir más allá de la correcta importación y trasplante de una fórmula".
Fabio López, de La Nación, rescata los elementos positivos que ayudan a neutralizar el resultado. "Los escenarios bien aprovechados, la naturalidad de los actores y el uso del habla cotidiana (el film se exhibe con subtítulos) ayudan a disimular los altibajos".
Para Emiliano Basile, de Escribiendo cine, los estereotipos también son un problema. "La película no se olvida nunca de escenificar de forma paródica el costumbrismo paraguayo, desde donde impone su localismo", escribe. "Sin embargo la historia abusa de los estereotipos, situaciones trilladas en exceso y la búsqueda de un humor no siempre inteligente. Si la virtud de 7 cajas era balancear bien estos elementos (tramas, personajes y crítica social), en Luna de cigarras su marca distintiva será la desmesura que le juega en contra".