“Es la historia de la televisión contada a través de cuatro generaciones de una misma familia. Una familia italiana como la mía, aunque es ficción”, explicó el director en un coloquio con seguidores en el festival de Tribeca.
“La televisión fue un elemento poderoso de mi época que supongo que fueron los 40, 50 y 60”, dijo el director, que planea que el nuevo proyecto le tomará hasta entrados los 80 años.
El que es uno de los directores vivos más importantes del cine estadounidense se declaró fan de algunas series de televisión de los últimos años como The Sopranos y Breaking Bad.
Para gozo de los cinéfilos presentes, Coppola explicó anécdotas de sus películas más representativas como El Padrino y Apocalypse Now.
Así confirmó que Marlon Brando no gustaba a los productores de la película sobre la mafia mas icónica de todos los tiempos y reconoció que su mayor miedo durante el rodaje era ser despedido en cualquier momento: “Era un padre con dos hijos y con otra en camino”.
Uno de los mayores momentos de frustración, explicó, fue cuando pese a haber ganado ya un puñado de premios Óscar con El Padrino y sus secuelas no conseguía financiación ni apoyos para llevar a cabo Apocalypse Now. “Un día estaba tan furioso ” , recordó. “Pensaba: qué mas tengo que hacer para que me dejen hacer la película que quiero hacer. Así que agarré todos los Óscar y los tiré por la ventana”.
La madre del cineasta fue la encargada de ir a la Academia a mendigar una chapa y pintura para las estatuillas, que dijo “se lastimaron por accidente”. La cinta se llevó al cine por cuenta y riesgo del propio director, que pidió un crédito millonario con onerosos intereses.
A sus 77 años, y lejos de quedarse atrapado en el celuloide, Coppola se mostró al día de las últimas técnicas digitales y explicó que una de sus ilusiones sería “poder hacer cine en directo”.
En el encuentro con sus seguidores en Tribeca, festival al que ya acudió en su primera edición en pleno luto de la ciudad por el 11-S, Coppola aprovechó para felicitar a su mujer, Eleanor, presente en la sala, que a unos meses de cumplir los 80 ha terminado su primer largometraje. Asimismo agradeció la buena venta de los vinos que llevan su nombre y que cosecha en su finca de Nappa Valley, en California.
“Eso paga las películas, así que los convierte a todos ustedes en productores asociados”, dijo a un entregado público.
Por otro lado, también mantuvieron su coloquio ante el público del festival los cineastas mexicanos Alfonso Cuarón y Emmanuel Lubezki, que han trabajado a mano a mano en cintas como Y tu mamá también y Grandes Esperanzas. Cuarón y Lubezki se conocen desde la adolescencia y dieron muestra de su buena sintonía repasando el viaje, no siempre fácil, que los trajo de la escuela de cine hasta su consagración como dos de los principales exponentes de la nueva generación de grandes cineastas mexicanos.
En cuanto a los estrenos del día en Tribeca, Tom Hanks presentó A Hologram for the King, en el que el veterano actor vuelve a echar mano de la vis cómica con la que coleccionó admiradores en los ochenta y noventa. La cinta está dirigida por el alemán Tom Tykwer, que tiene a sus espaldas títulos tan reconocidos como El Perfume y Corre, Lola, Corre.
Asimismo, se pudieron ver High-Rise, de Ben Wheatley; Reset, de Thierre Demaizière y Alban Teurlai, y Hunt for the Wilderpeople, de Talika Waititi.