Los asistentes más voluntariosos pasaron la noche a la intemperie, como ya es habitual, a las puertas del Centro de Convenciones de esa ciudad californiana para lograr uno de los codiciados asientos del salón H, un auditorio con aforo para más de 6.000 personas por el que cada año pasa la flor y nata de la meca del cine.
En esta ocasión, los fans celebraron las primeras imágenes de Batman v. Superman: Dawn of Justice, cuyo estreno está previsto para 2016, que les mostró el director del filme, Zack Snyder, junto con sus protagonistas Ben Affleck, Henry Cavill y Gal Gadot, aunque esa presentación no fue la única que cautivó a la audiencia.
El reparto de Avengers: Age of Ultron, con un animado Robert Downey Jr. regalando rosas, mostró un adelanto de la película, y Marvel ofreció un montaje especial de Ant-Man y confirmó la secuela de Guardianes de la Galaxia para 2017.
Guillermo del Toro compareció con múltiples producciones, desde El Libro de la Vida a The Strain, pasando por su próxima película con Legendary Pictures, Crimson Peak, de la que se ofrecieron imágenes que arrancaron los vítores del público. Legendary se sacó de la manga los nuevos monstruos que aparecerán en la secuela de Godzilla y se despidió con una sorpresa, el regreso de King Kong con Skull Island (2016).
Esta convención tuvo sabor a despedida para el reparto de El Hobbit, que estrena su entrega final en diciembre, así como para True Blood, que en agosto dice adiós tras siete temporadas en la pequeña pantalla. El equipo de True Blood fue ovacionado por sus seguidores, puestos en pie en el Ballroom 20, en el que fue uno de los momentos sentidos de Comic-Con.
En televisión, la empresa DC Comics aportó una nutrida presentación el sábado por la noche que incluyó The Flash, Gotham y Constantine, pero sin duda un año más las series que despertaron mayor interés fueron The Walking Dead, que anunció la fecha de estreno de la quinta temporada (12 de octubre) y Game of Thrones, que desveló parte del nuevo reparto.
Gotham, en el año que se festeja el 75 aniversario de Batman, fue una de las atracciones fuera del Centro de Convenciones donde Fox instaló una tirolina para disfrute de los 130.000 asistentes acreditados en la Comic-Con. El primero en deslizarse fue el alcalde de San Diego, Kevin Faulconer, que inauguró así el jueves la convención que supone uno de los principales atractivos turísticos y de negocios para su ciudad.
Se calcula que este año Comic-Con dejará 177 millones de dólares en San Diego.
En la calle, la multitud transitó no sin dificultad por los diferentes enclaves del evento al que el Centro de Convenciones hace ya tiempo que le quedó pequeño. Algunos edificios colindantes se disfrazaron para la ocasión, igual que muchos asistentes.
Desde grandes carteles promocionales hasta una versión local de la estación Terminus de la serie The Walking Dead recibieron a los visitantes, que también se toparon con una instalación de Assassin's Creed con pruebas de habilidad que emulaban a las del conocido programa nipón Takeshi's Castle.
Como cada año no faltaron otros fanáticos, los religiosos, que megáfono en mano gritaban a los cuatro vientos que los aficionados a los cómics irán al infierno ante una muchedumbre en leotardos, antifaz y capa de superhéroe que contemplaba la escena con incredulidad.
“¡Comic-Con es una convención de 'nerds'!” denunciaba un exaltado entre pancartas que apelaban a Jesucristo. “¡Sí!”, respondían divertidos frente a él algunos asistentes.
La convención es el escenario donde anualmente se entregan los prestigiosos premios Eisner, los “Óscar” del mundo del cómic, que este año deparó doble triunfo al español David Aja por su trabajo en Hawkeye y consagró la serie de historias Saga de Image Comics.
EFE