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“Lazos perversos” (“Stoker”) marca la ocasión del primer filme en Hollywood del celebrado cineasta surcoreano Chan-wook Park, realizador de filmes como “Oldboy” (2004), con el director trayendo su particular estilo visual y su forma de presentar la violencia desde un punto de vista psicológico.
El argumento de esta película de suspenso tiene por protagonista a India Stoker, una adolescente que acaba de perder a su padre en un misterioso accidente. Pronto, sin embargo, ella y su madre reciben en su casa al tío de India, Charlie, una persona cautivadora pero altamente sospechosa, con secretos que deberían horrorizar a la joven, pero que por alguna razón sólo la acercan más a él.
La actriz australiana Mia Wasikowska, famosa por su papel protagónico en el filme de Disney y Tim Burton “Alicia en el País de las Maravillas” (2009), es la protagonista del filme como la perturbada India, acompañada de su compatriota Nicole Kidman (ganadora del Óscar por “Las Horas”) como su madre Evie, y el británico Mathew Goode (“Watchmen”) como el tío Charlie.
El resto del elenco incluye a Dermot Mulroney (“El Líder”), Alden Ehrenreich (“Hermosas Criaturas”) y Jacki Weaver, a quien por estos días podemos ver en salas paraguayas en “El Lado Luminoso de la Vida”, por la cual fue nominada a un premio Óscar.
El filme fue escrito por Wentworth Miller, mejor conocido en su faceta de actor por la popular serie televisiva “Prison Break” y las dos últimas películas de la saga “Resident Evil”. En 2010, su guión ingresó a la “Lista Negra”, la nómina de los 10 mejores guiones que no llegaron a convertirse en películas en Hollywood.
Miller citó como principal influencia el trabajo del legendario Alfred Hitchcock, considerado el principal referente del cine de suspenso.
Finalmente, el guión fue adquirido por la productora Scott Free, del director británico Ridley Scott, y Park fue vinculado como director. Park es uno de los más aclamados exponentes del séptimo arte en Corea del Sur, y varios de sus filmes alcanzaron gran éxito a nivel internacional, en especial su adaptación de 2004 del manga -cómic japonés- “Oldboy”, que a su vez tendrá una “remake” hollywoodense dirigida por el estadounidense Spike Lee. El filme se llevó el Gran Premio del Festival de Cannes, el segundo galardón más importante del festival luego de la Palma de Oro.
No sería su único éxito en Cannes, ya que en 2009 se llevaría el Premio del Jurado por su película sobre vampiros “Thirst”.
Aunque esta es la primera película occidental de Park: el director surcoreano, caracterizado por sus filmes de argumentos y escenas brutales, ya sido tenido en consideración para varios proyectos previos, como el thriller de espionaje de 2011 “El Topo” (finalmente dirigida por el sueco Tomas Alfredson) y la “remake” del filme de Sam Raimi “Posesión Infernal”, que finalmente fue para el uruguayo Fede Álvarez.