Cargando...
[ADVERTENCIA: Los siguientes vídeos contienen escenas de violencia gráfica que podrían resultar inadecuados para menores]
Puede que no sea la escena mejor filmada, ni la más visualmente impactante, pero es la que dio inicio a la historia del zombi moderno. Se trata de la escena inicial de “La Noche de los Muertos Vivientes”, el film de George A. Romero que inspiró prácticamente a cada película de zombis que vino después.
La protagonista de la película, Barbara, va con su hermano Johnny al cementerio para visitar a su padre. Ante la clara incomodidad de su hermana, Johnny comienza a burlarse de ella, hasta que se topan con un hombre tambaleante que ataca a Barbara.
Lo dicho, la película fue la primera en la que aparecía el zombi tal y como lo conocemos ahora, el devorador de carne viva, inmune a todo salvo la destrucción de su cerebro -sólo un balazo en la cabeza o un trauma severo en el cráneo pueden matarlo definitivamente-, y que transmite un virus a través de las mordidas, como un virus, pudiendo convertir a toda persona a quien muerde en un zombi más.
No es en vano que Romero es considerado el patriarca absoluto del género zombi. Y la película, por un error del destribuidor original, forma parte del dominio público, por lo que bajarla de internet o verla en YouTube no solo es conveniente, sino también perfectamente legal.
Un breve desvió al mundo de los videojuegos. Los zombis no eran ajenos al mundo del videojuego para el año 1996, aunque generalmente no eran más que enemigos poco formidables en juegos arcade donde el jugador podía arrasar con decenas de ellos sin problemas, dependiendo de su habilidad con los controles.
Sin embargo, ese año la compañía japonesa Capcom cambió las cosas lanzando en PlayStation “Resident Evil”, un título que ponía al jugador en una posición de gran desventaja inusual para el medio; atrapado en una lúgubre mansión, el jugador encarnaba a un policía que debía sobrevivir en el edificio infestado de zombis. La munición y las provisiones son escasas, sumando un nivel de tensión que hacía genuinamente aterrador cada encuentro con las criaturas de la mansión.
El breve vídeo que acompaña a este texto corresponde al momento en que, luego de varios minutos de deambular por las habitaciones, el jugador finalmente se encuentra con el primer no-muerto, al que encuentra devorando el cuerpo sin vida de uno de sus compañeros.
Unos 17 años después, los zombis se han vuelto uno de los elementos más populares de los videojuegos, y están en todos lados, pero aquel primer encuentro sin duda quedó grabado a fuego en la mente de quienes lo vivieron en aquel momento en que el género del “survival horror” (terror de supervivencia) se asentaba como uno de los más prominentes de la industria del videojuego.
Las “remakes” suelen ser vistas, muchas veces con razón, como malas noticias por los cinéfilos, que critican problemas como la falta de creatividad. Sin embargo, en 2004 el por entonces debutante director Zack Snyder -cuyo “El Hombre de Acero” tenemos actualmente en nuestras salas de cine- demostró que la palabra “remake” no era automáticamente antónimo de calidad, y lo hizo nada menos que con una nueva versión del aclamado clásico de Romero “El Amanecer de los Muertos” (1978).
Con una premisa similar -un grupo de sobrevivientes se refugia en un centro comercial-, Snyder formó un excelente film que era en parte terror y en parte acción, repleto de escenas memorables.
Particularmente bien lograda está la introducción de la película, en la que seguimos a la protagonista, una enfermera, en la que será la última noche normal de su vida, mientras a su alrededor sus compañeros hablan de personas con misteriosas enfermedades y la televisión muestra un informe de emergencia que ni ella ni su marido alcanzan a ver. A la mañana siguiente, el mundo descendió en el caos.
Snyder corona esa introducción con una secuencia de créditos que magistralmente combina imágenes de zombis y secuencias filmadas para la película con escenas de caos del mundo real, pero que bien podrían ser parte de un apocalipsis zombi a escala mundial, todo mientras de fondo suena “When the man comes around”, con Johnny Cash cantando sobre el Apocalípsis bíblico.
Ese mismo año el realizador británico Edgar Wright tomaba a los zombis y los ponía en una comedia. En “Shaun of the Dead”, la monótona y problemática vida de Shaun (interpretado por el actor Simon Pegg) se ve interrumpida por el brote de un virus zombi en Inglaterra.
En la escena mostrada abajo, luego de una noche de borrachera tras haber perdido a su novia, Shaun, apenas despierto y con resaca, sale de su casa para ir a una tienda cercana y comprarse una gaseosa, ignorando totalmente que a su alrededor los automóviles tienen los vidrios rotos, hay sangre por las puertas y paredes, y las personas en la calle caminan lentamente, gimiendo.
El resto del filme es una combinación enormemente exitosa de comedia británica, romance y, cómo no, sangre y tripas a montones.
Cuatro años después de que el cineasta británico Danny Boyle (quien ganaría el Óscar por “Slumgod Millionaire”) estrenara su post apocalíptica “28 Days Later” (“Exterminio” en Latinoamérica”), el español Juan Carlos Fresnadillo tomó el mando de la secuela, haciendo un excelente trabajo.
En la película, han pasado 28 semanas desde que un virus surgió en Inglaterra y convirtió a todo al que alcanzaba en seres sobrepasados por una rabia asesina incontenible -técnicamente no zombis, ya que no estaban muertos-. Luego de tanto tiempo, con los infectados lentamente muriendo de hambre, la OTAN logra reestablecer el orden en Londres y de a poco comienza a repatriar a quienes se hallaban fuera del país cuando comenzó la catástrofe.
Sin embargo, la película se abre con algo ocurrido antes, cuando Inglaterra aún era tierra de nadie. Un grupo de sobrevivientes se halla encerrado en una casa en el campo, hasta que finalmente son encontrados por los infectados. Sobrepasado por el miedo, Dom (Robert Carlyle) abandona a su esposa y huye de la casa, dejándola a merced de los infectados.
Con una banda sonora emotiva y un juego de cámaras que transmite perfectamente la desesperación de la situación, Fresnadillo logra una escena memorable para los anales del cine de zombis.
Esta lista originalmente iba a incluir una escena del primer capítulo de la aclamada serie de televisión "The Walking Dead" -particularmente la escena en la que el protagonista, Rick, despierta de su coma y deambula por el hospital en ruinas-, pero no fue posible encontrar un vídeo íntegro y sin alterar de ese momento.