Con esto se celebra la vuelta de una saga que muestra la diversidad que habita en las calles del mundo real.
La pareja de protagonistas se encontraba hoy en un hotel de Londres y dejaron constancia, en una entrevista con Efe, de su felicidad por formar parte de El Despertar de la Fuerza, la séptima cinta del mundo creado por George Lucas.
En esta nueva producción el héroe no es un hombre occidental como antaño, sino que los papeles protagonistas recaen sobre una mujer, Rey (Ridley) y Finn (Boyega), un hombre negro, que se arman de las famosas espadas láser para combatir al malvado Kylo Ren (Adam Driver) y devolver la paz a la galaxia.
Enfundada en una chaqueta negra con remaches y brillantes y con un rostro que recuerda a la de su compatriota Keira Knightley, la joven Daisy Ridley aplaudió la decisión de los guionistas de cambiar los roles principales.
“Sí, sí, es algo muy bueno -apuntó con énfasis- porque tanto John como yo representamos a mucha gente alrededor del mundo”.
Boyega, su aliado en la gran pantalla, reconoció que este giro sobre lo masculino y lo femenino le resulta gratificante, ya que debería “ser así siempre” y “reflejar” el mundo tal y como es.
No todas las personas se alegran de esta diversidad en el universo de Star Wars, puesto que el joven de ascendencia nigeriana tiene que lidiar con críticas que cuestionan su papel debido al color de su piel. Sin embargo, Boyega se negó a hacer declaraciones al respecto.
En la cinta, la joven británica se pone en la papel de la chatarrera Rey, una chica independiente, decidida y que no necesita de la ayuda de un hombre para luchar contra la tiranía de la Primera Orden.
“Es maravilloso tener una personaje femenino como Rey en la saga y eso hay que agradecérselo a J.J. Abrams (el director)”, remarcó Ridley que matizó que, si bien considera que su personaje “es una mujer fuerte”, eso “no es lo primordial”.
“La gente la podrá describir así antes de ver la película pero Rey es muy positiva, llena de esperanza y se enfrenta a los problema abiertamente. Es muy valiente”, agregó.
Al preguntarle por si le hubiera gustado luchar contra Darth Vader, Ridley se armó de la osadía de su personaje para fruncir el ceño y negar con la cabeza con contundencia: “estamos contando una historia nueva, lo otro ya ha pasado”.
La también británica Gwendoline Christie, que se esconde en la película tras la máscara de la malvada Capitán Phasma, se mostró emocionada durante un encuentro con Efe por la multitud de personajes femeninos que aparecen en El Despertar de la Fuerza.
“A la gente le gusta ver estos papeles de mujeres poco convencionales de los que todavía hemos visto pocos y de los que tenemos una visión primaria”, recordó Christie, quien aludió a las buenas reacciones que los seguidores le han dado por su trabajo.
Ridley y Boyega son londinenses -ella del céntrico barrio de Westminster y él de Peckham-, y ambos tienen 23 años y, aunque son casi unos recién llegados en el mundo de la interpretación, gracias a El Despertar de la Fuerza, sus nombres y rostros pasarán a formar parte de la historia galáctica.
Aun así, los dos siguen con los pies en el suelo y relativizan la forma en la que su intromisión en la constelación de Luke Skywalker y la princesa Leia cambiará sus vidas. Mientras que Ridley apuntó con una sonrisa que “nada es diferente” a como era antes, Boyega subrayó con cierta ironía que “ir a tomar una copa se ha vuelto más ajetreado”.
La pareja confesó que ser británicos ayudó a que se llevaran tan bien durante los día de rodaje, además de que, según Boyega, “la dulce mirada” de su compañera hizo que entre ellos surgiera una “química orgánica”.