Este mismo medio especializado señaló el pasado abril que DiCaprio había entablado conversaciones con el equipo de esta producción para liderar su elenco.
Sin embargo, Variety detalló que finalmente no se llegó a un acuerdo, por lo que DiCaprio no participará en este proyecto.
Como sustituto emerge ahora Cooper, quien ha recibido una oferta para incorporarse a la cinta aunque las negociaciones con él están todavía dando sus primeros pasos.
Del Toro escribió junto a Kim Morgan el guión de este filme en el que también será productor y que supondrá el primer trabajo del cineasta mexicano tras La forma del agua (2017), que se llevó cuatro premios Óscar: mejor película, mejor director, mejor diseño de producción y mejor banda sonora.
Nightmare Alley es el título de una novela de William Lindsay Gresham que fue llevada al cine en 1947 con una película homónima que protagonizó Tyrone Power bajo la dirección de Edmund Goulding.
En el libro se narraba el ascenso y caída, entre conspiraciones románticas y traiciones de todo tipo, de un poderoso mentalista que trabajaba en un circo.
A la espera de que se cierre el elenco, está previsto que Nightmare Alley comience a rodarse en otoño.
Conocido por sus papeles en cintas como El lado luminoso de la vida (2012), American Sniper (2014) y la trilogía de ¿Qué pasó ayer?, Cooper triunfó con su debut como director en Nace una estrella (2018), un nuevo “remake” de este clásico del drama musical que en esta ocasión coprotagonizó junto a Lady Gaga.
Esta película fue una de las sensaciones de la gran pantalla el año pasado y se llevó un Óscar a la mejor canción original por Shallow.
Cooper, que tiene previsto dirigir una película biográfica sobre el genio de la música Leonard Bernstein, ha estado nominado en siete ocasiones a los premios de la Academia de Hollywood, pero en ninguna ocasión ha logrado llevarse a casa la estatuilla.
Por su parte, Del Toro exploró el cine más espectacular con Titanes del Pacífico (2013) y Blade II (2002) , y construyó una querida saga filmográfica por los amantes del cómic con las películas Hellboy (2004) y Hellboy II: El Ejército Dorado (2008).
El mexicano tampoco renunció a proyectos más personales, desde sus inicios con Cronos (1993) y El espinazo del diablo (2001) hasta coronarse con El laberinto del fauno (2006), que antes del estreno de La forma del agua era su obra más aplaudida.