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En la actualidad, el director ganador de un Oscar está decepcionado con el Hollywood que una vez le inspiró y prefiere las series de televisión como "Mad Men", ya que dice que tienen mejor reparto y están mejor dirigidas que las producciones para la gran pantalla.
Bertolucci habló sobre su historia de amor con la cultura estadounidense -y de su desdén por lo que Hollywood está produciendo hoy día- el lunes por la noche, cuando fue homenajeado por la Academia Estadounidense en Roma.
"El jazz fue la primera música que escuché en mi vida y el jazz para mí significaba Estados Unidos", dijo Bertolucci a la multitud presente en la gala para recaudar fondos para los artistas.
La Academia, el centro más antiguo de Estados Unidos en el exterior para el estudio independiente de las artes y las humanidades, homenajeó a Bertolucci con el prestigioso premio McKim, que han recibido anteriormente el director de orquesta Ricardo Mutti, el compositor Ennio Morricone, el director Franco Zeffirelli y el escritor Umberto Eco.
"Vi 'La diligencia' y para mí (el director) John Ford se convirtió en Homero", dijo sobre el clásico del western filmado en 1939, un año antes de que él naciera en la norteña ciudad italiana de Parma. "Estaba delante de un espejo de cuerpo entero y al que estaba viendo con 12 años no era yo, era John Wayne".
Pero hoy, el director de "El último tango en París", "El último emperador" y "Novecento", dice que el Hollywood que una vez le emocionó ahora le deprime. "Mi generación tuvo un romance con la cultura estadounidense, no hay duda de eso. Una farola y una boca de bomberos me hacían cantar bajo la lluvia", comentó.
"Pero las películas estadounidenses que me gustan ahora no proceden de los estudios de Hollywood sino de las series americanas, como 'Mad Men', 'Breaking Bad', 'The Americans'", dijo en una entrevista tras su discurso de aceptación.
"Me gusta cuando duran 13 episodios, pero entonces hay una nueva serie que llega con otros 13 episodios", dijo entre risas, comparándolas con las novelas que se imprimían por entregas en los periódicos del siglo XIX.
"Aparte de unas pocas producciones independientes, creo que todo lo que viene de Hollywood generalmente es triste. Me pone muy triste", afirmó. El año pasado, Bertolucci dirigió su primera película en casi una década, ""Me and You"", sobre un adolescente introvertido de 14 años que le dice a su madre que se va a esquiar pero que pasa una semana en el sótano de la familia con su hermanastra adicta a las drogas.
Como "El último tango en París", que causó un escándalo dentro y fuera de Italia en 1972 por sus escenas sexuales con Marlon Brando y Maria Schneider, "Me and You" se grabó principalmente en interiores.
Bertolucci ha pasado mucho tiempo sin salir desde que una lesión de espalda hace 10 años le confinara a una silla de ruedas. A pesar de las dificultades físicas y emocionales de este confinamiento, Bertolucci dice que quiere hacer lo que pueda por promover la cultura entre países.
"El intercambio de cultura es la salvación del mundo", dijo, recordando cómo su padre le inició en la búsqueda de nuevas experiencias al regalarle un ejemplar de "Moby Dick" cuando era un niño.
Aunque aún era demasiado joven para leerlo, dijo que sabía que "en algún lugar había un gran paisaje y un cielo enorme". Este año, Venecia será el telón de fondo para ver a Bertolucci cuando ejerza de director del jurado internacional en la 70ª edición del Festival de Cine de Venecia, que se celebrará entre el 28 de agosto y el 7 de septiembre en la ciudad de los canales.
"Voy a nutrirme con cine. Ser el presidente del jurado me dará una gran alegría. Podré ver bellas películas experimentales", dijo. Sobre sus propios planes creativos, Bertolucci se guardó un as en la manga. "Tengo algunas ideas pero todavía no tienen forma, están todavía en la etapa de germinación", dijo.