Llorando, sin casi palabras y “extremadamente orgullosa” por el premio, la actriz quiso agradecérselo especialmente al director, el responsable de una “historia tan maravillosamente” bien hecha y que es quien “merece todo”.
Bejo hizo subir a Farhadi al escenario para recibir el premio con ella porque esperaba un galardón para la película, pero no para ella. “No conseguía imaginar que habría algo para mí y el filme ha sido reducido solo a mí. Por eso le pedí a Asghar a que se uniera a mí”, explicó la actriz tras la ceremonia.
Un premio por la interpretación de Marie, una mujer que quiere divorciarse legalmente de su exmarido, al que hace años que no ve, para volver a casarse. Los secretos y las verdades a medias se cuelan en la vida de su familia y afectan principalmente a sus hijas.
Bejo se sintió “muy afortunada de tener ese maravilloso guión” y, sin querer quitarle importancia al premio, insistió en que “lo importante es participar. Es lo que siempre les digo a mis hijos y es en lo que creo”.
En una entrevista con un reducido grupo de periodistas, tras presentar la película en Cannes, Bejo aseguró que “el personaje estaba muy bien descrito en el guión”, lo que hizo que su trabajo fuera muy fácil. “No hice nada especial, excepto seguir a Marie en cada escena”.
Fue Farhadi quien hizo gran parte del trabajo, eligiendo los vestidos, decidiendo el peinado y el maquillaje o cómo la actriz tenía que moverse. “Escribió el personaje y su personalidad, el hecho de que estaba siempre dudando, cansada, sólo seguí el camino que él marcó”, explicó la actriz a un reducido grupo de periodistas en Cannes tras presentar la película.
Un personaje complicado, muy lejos del de Peppy Miller, que le dio a conocer internacionalmente en “El Artista”, un filme dirigido por su marido, Michel Hazanavicius.
Frente a los positiva que ella se considera, Marie es más negativa, “está buscando el amor, no encuentra el amor que quiere, no es entendida por su familia y está cansada de la vida, comete tantos errores, es egoísta...No me siento muy cercana a ella”.
Para preparar este personaje se metió de lleno en el sistema de Farhadi, con mucha preparación previa. “Es la primera vez que trabajo así, la primera en la que el director permite a los actores pasar dos meses juntos, ensayando las escenas una y otra vez”, explica Bejo. “Normalmente cuando llegas a un set no conoces a tus compañeros ni al director, después de un mes comienzas a conocer a tu personaje y es solo al final de la película cuando eres realmente bueno, pero se ha acabado y es demasiado tarde”.
En este caso, explica con detalle, “es como si hubiera rodado la película dos o tres veces, tenía tiempo para odiar la película, amarla, odiarla, amarla de nuevo, odiar al personaje, estar cansada, estresada (...) así que cuando llegamos al set fue muy divertido, nos sentimos muy bien, tranquilos y relajados y con mucha más libertad porque no piensas en nada mas, conoces el guión de la A a la Z”.
Además, destacó la tranquilidad con la que trabaja Farhadi -que el año pasado ganó el Óscar a la mejor película en lengua no inglesa por “Nader y Simin. Una separación”.
“Se toma el tiempo para trabajar y te da confianza. A veces no entendía su dirección o me oponía a lo que me pedía, pero nos sentábamos juntos, lo discutíamos y a veces hasta le convencí de que algo no funcionaba”, explica divertida.