Michael Fassbender es perseguido por toda Sevilla por el inquisidor general, Torquemada, y su lugarteniente, en una historia que se estrena estas navidades.
Aunque la película, dirigida por Justin Kurzel (Macbeth), se ha rodado entre la isla de Malta, Almería y los estudios Pinewood de Londres, la ciudad de Sevilla se ha reconstruido digitalmente en secuencias como la que ubica al protagonista a punto de morir en la hoguera, según un avance de imágenes proyectado a la prensa.
Fassbender es el protagonista como Callum Lynch, un reo condenado a muerte que, gracias a una revolucionaria tecnología que desbloquea los recuerdos genéticos, vive las aventuras de su ancestro, Aguilar de Nerja, miembro de una misteriosa sociedad secreta, los Assassins, que se enfrenta a los Templarios.
El español Javier Gutiérrez es Torquemada y el libanés Hovik Keuchkerian interpreta a su lugarteniente.
“La Inquisición es un periodo de la Historia interesantísimo, deberíamos prestar más atención a nuestro pasado”, explicó a Efe Gutiérrez durante una visita a los escenarios reales que evoca el filme, desde los restos del castillo de San Jorge, sede del Santo Oficio, a la plaza de San Francisco, donde se celebraban los autos de fe.
“Hay muchos detractores del cine que dicen que se hacen demasiadas películas de la Guerra Civil, yo soy de los que piensan que no se hacen suficientes, de la guerra y de nuestra Historia en general”, añadió el ganador de un Goya por La Isla Mínima.
Gutiérrez confiesa que cuando le ofrecieron el papel de Torquemada en un primer momento lo rechazó, por falta de tiempo, pero bastaron dos minutos de conversación con el director para que cambiara de opinión y decidiera quedarse sin vacaciones.
“Me da vergüenza contarlo pero (Kurzel) me dijo que necesitaba a los mejores actores para esos personajes y que consideraba que yo era el mejor actor español para hacer a Torquemada, y como los actores tenemos mucho ego me convenció instantáneamente. No me arrepiento nada, ha sido muy interesante y enriquecedor”.
El mayor reto, rodar en inglés, para lo que tanto él como Keuchkerian contaron con el mismo asesor que tuvo Colin Firth en El Discurso del Rey, aunque finalmente en la película se han incluido esas secuencias en español -se rodaron en ambos idiomas-.
Para Keuchkerian, cuyo personaje está en constante persecución a la carrera del de Fassbender, las escenas de acción y lucha no son un problema, dado su pasado como boxeador, y tanto el caballo como la espada ya los había manejado en series españolas como Hispania. “Lo más difícil fue bajar kilos y ponerme en forma para poder moverme con la coraza”, señaló el actor, que consolida aquí su salto internacional tras una primera incursión en la serie británica The Night Manager, junto a Tom Hiddleston y Hugh Laurie.
“Esto es como saltar al Bernabeu o al Camp Nou a jugar la final de la Champions”, subraya.
Eso sí, ni él ni Gutiérrez son aficionados a los videojuegos y nunca habían jugado a Assassin's Creed. No es necesario, opinan, para disfrutar del filme.
“Es una película de acción y aventuras”, afirma Gutiérrez. “La historia de un tipo que viaja al pasado y lucha en la sombra para buscar la luz”, precisa Keuchkerian. O dicho de otro modo, “la lucha entre los que quieren controlar a los demás y los que defienden la libertad y el progreso”.
Marion Cotillard, Jeremy Irons, Charlotte Rampling o Brendan Gleeson completan el estelar reparto del filme, que llegará a las salas de cine de todo el mundo a partir del 21 de diciembre.
“He tenido la sensación de formar parte de un proyecto grande”, dice Keuchkerian, “pero no de estar en un lugar diferente al resto, no tienes la sensación estar rodando con megaestrellas, en el set somos todos un equipo”.