Cinco memorables peleas cinematográficas

Un recuento de cinco excelentes ejemplos de artes marciales en el cine, un testimonio de la destreza física, la coordinación y el ojo fílmico necesarios para hacer inolvidables peleas.

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Este viernes se estrena en Paraguay el thriller de suspenso “Lazos Perversos”, el primer filme occidental y hablado en inglés del galardonado director surcoreano Chan-wook Park, un profesional de fama mundial más conocido por oscuros dramas sobre la venganza que a menudo incluyen crudas escenas de violencia.

Sin embargo, quizá la escena más icónica de su filmografía es una pelea en su película de 2003 “Oldboy”; se trata de una versión crudamente realista de un recurso clásico de las películas de artes marciales, el enfrentamiento del protagonista con numerosos enemigos a la vez.

Con eso en mente, me pareció oportuno compartir cinco de las que, en mi opinión, son las peleas fílmicas más memorables que tuve ocasión de ver, tomando como criterio que no hayan estado en películas que hayan sido éxitos mundiales, sino que hayan sido parte de películas que quizá la gran mayoría del público haya pasado por alto en esta parte del mundo o que hayan caído en cierto grado de olvido con el paso de los años.

De ahí la ausencia de ejemplos de películas como la trilogía “Matrix”, “Kill Bill” o “El Tigre y el Dragón”.

Empezamos, lógicamente, con el ejemplo del propio Chan-wook Park.

Basada en un manga -cómic japonés- homónimo, “Oldboy” fue la segunda película de la llamada “trilogía de la venganza” de Park, y contaba la historia de Dae-su Oh (el actor Min-sik Choi), quien es secuestrado y retenido en una habitación durante 15 años, sin saber jamás por qué. Gran parte de ese tiempo lo pasa enseñándose a sí mismo a pelear viendo encuentros de boxeo en un televisor, hasta que un día es liberado, también sin explicaciones, y decide averiguar la verdad de su cautiverio para vengarse.

Es durante su investigación que Dae-su, luego de torturar a un hombre por información, se encuentra en un angosto pasillo frente a una docena de secuaces de su víctima. Lo que sigue son más de dos minutos ininterrumpidos de golpes, patadas, apuñalamientos y martillazos.

Lo memorable de esta escena es que está retratada en su totalidad en una sola toma, sin trucos de edición y sin cortes para que los actores descansen o se repongan. El único artificio en la escena es el cuchillo, que fue generado por computadora.

Se trata de un filme muy retorcido y violento, pero excelentemente actuado y con un giro final sorprendente que es considerado uno de los mejores ejemplos del séptimo arte en Corea del Sur durante la década pasada, y estableció a Park como un director de renombre internacional.

El actor y director chino Stephen Chow es el responsable de este ejemplo, que se puede hallar en su película de 2004 “Kung Fu Sión”, una comedia en la que las artes marciales se intercalan con humor propio de dibujos animados y una ambientación de la década de 1930.

En el filme, Shanghai se halla bajo el dominio de una despiadada triada llamada la “Banda del Hacha”, cuyos miembros lógicamente van armados con hachas y visten trajes negros con sombreros de copa. Durante un ataque de la banda a una vecindad pobre conocida como “Chiquero”, amenazan con quemar vivos a una madre y a su hijo, pero son interrumpidos por uno de los vecinos, que se revela como un legendario maestro del kung fu. Pronto, dos maestros más se le unen para enfrentar a decenas de pandilleros.

La genialidad de la escena yace no solo en la destreza de los actores o en la habilidad de Chow a la hora de filmar acción, sino también en la coreografía del maestro chino Yuen Woo-ping, a quien los cinéfilos de todo el mundo le debemos peleas como las de “Matrix”, “El Tigre y el Dragón” y “Kill Bill”. No será el único ejemplo de una pelea preparada por Woo-ping en esta lista.

La pelea del Chiquero es solo la primera en un filme lleno de momentos fantásticos, que bien ameritan alquilar el filme si es posible.

Este ejemplo proviene de Tailandia, un país que en los últimos años se destacó por su producción de cine de artes marciales de calidad como la saga “Ong Bak”. El argumento, sobre una adolescente autista que aprende a luchar viendo películas de Bruce Lee y acaba enfrentada a la mafia, no es más que una excusa para una sucesión de impresionantes peleas y el lucimiento absoluto de su estrella, la actriz Yanin Vismistananda.

Básicamente cualquier pelea del filme podía haber entrado en esta lista, pero me decidí por la escena en la que Zen -la protagonista- es atacada en su casa por tres enviados de la mafia, ya que es la primera vez que el personaje se enfrenta a rivales que siquiera se acercan a su nivel.

Encuentros extremadamente físicos y golpes impactantemente realistas -hasta el punto que el propio trailer del filme mostraba a los actores siendo atendidos por médicos entre tomas- abundan en una de esas películas que parecen cansar físicamente sólo mirándolas e imaginando el esfuerzo demostrado por los intérpretes.

¿Recuerdan a Yuen Woo-ping? Les dije que volveríamos a él. Aquí sus magistrales coreografías de kung fu ayudadas por cables vuelven a entrar en la lista en el único ejemplo hollywoodense que elegí y cuenta con la particularidad de que pone frente a frente a dos de las estrellas del cine de artes marciales más reconocidas a nivel mundial.

Es un filme de fantasía en que un joven neoyorquino es mágicamente transportado a un mundo de estética oriental, en el que debe encontrar un báculo para volver a casa, con la ayuda de un ebrio maestro de las artes marciales, interpretado por el popular Jackie Chan. En una escena, el maestro encuentra el báculo en posesión de un monje interpretado por nada menos que Jet Li.

Probablemente se imaginen lo que sigue... o, mejor aún, pueden verlo justo aquí.

La película en general es bastante mediocre, con algunas actuaciones abiertamente malas y un guión no muy inspirado ni original, pero esta escena y otras esmeradas secuencias de acción bien valen darle una oportunidad.

El ejemplo más nuevo viene de Indonesia, en una de las grandes sorpresas internacionales del año pasado, un filme que tomó por asalto los festivales de cine y conquistó a la crítica especializada a base de impresionantes y brutales secuencias de pelea.

El argumento del filme es bastante simple: un equipo de élite de la policía de Jakarta, entre ellos el habilidoso peleador Rama, entra a un edificio dominado por criminales para capturar a su lider. Sin embargo, son encerrados en el edificio y sistemáticamente masacrados por los inquilinos.

En la escena que nos ocupa, Rama (el actor Iko Uwais) huye de un grupo de atacantes armados con machetes, hasta que llega a un callejón sin salida y se ve obligado a hacerles frente con nada más que sus manos, piernas y su habilidad. Es solo una de las cada vez más brutales y sangrientas escaramuzas de uno de los mejores filmes de acción de los últimos años.

Ahora es su turno. Les invito a que compartan también ustedes en los comentarios las que consideran son las mejores escenas de pelea que han visto en películas.

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