Dirigida por F.W. Murnau, Nosferatu (1922) es una película clave dentro del cine expresionista alemán y su trama se centra en la figura de un aterrador vampiro.
Si Taylor-Joy llegara finalmente a un acuerdo para incorporarse a este proyecto, se reuniría en el “remake” de Nosferatu con el cineasta Robert Eggers, con quien debutó en la gran pantalla gracias a la exitosa película de terror La Bruja (2015).
Con sangre española e inglesa por su madre y escocesa y argentina por su padre, Taylor-Joy es una de las revelaciones en Hollywood en los últimos años gracias a sus roles en La Bruja y Fragmentado (2016), el último trabajo de M. Night Syamalan.
De cara al futuro, la actriz formará parte del reparto de Glass, una película muy particular ya que funcionará como secuela de Fragmentado pero también de El Protegido (2000), otra de las cintas de Shyamalan. Taylor-Joy estará acompañada en este filme por los intérpretes Bruce Willis, Samuel L. Jackson y James McAvoy.
Además, la actriz está rodando ahora New Mutants, un largometraje derivado de la saga X-Men y que aborda la historia de un grupo de mutantes adolescentes.
Taylor-Joy dará vida en esta película a Magik, una joven con poderes de hechicería y teletransporte; mientras que la actriz Maisie Williams, muy conocida por su participación en Game of Thrones, encarnará a Wolfsbane, una chica que trata de conjugar sus creencias religiosas con su habilidad para convertirse en una loba.