Antecedentes de cine: James Wan

Con el estreno este viernes del film de terror "El Conjuro", damos un repaso resumido de la filmografía del joven director James Wan.

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Aunque haber visto las películas anteriores de un director no es necesario en lo más mínimo para disfrutar de su nueva producción, y a veces un realizador cambia totalmente de estilo o registro de un film a otro, a veces puede resultar interesante ver de qué se compone el currícuo de la persona que ensambló el film al que uno se dispone a dedicar un par de horas de su vida.

Este viernes se estrena en cines de Paraguay el film de terror sobrenatural "El Conjuro", una película basada en supuestos hechos reales sobre una familia que en el año 1971 fue acechada por misteriosos fenómenos paranormales que fueron estudiados por una pareja de investigadores.

La película, protagonizada por Patrick Wilson ("Watchmen") y Vera Farmiga (nominada al Óscar por "Amor Sin Escalas") es la más reciente producción del realizador australiano -nacido en Malasia- James Wan, un director de 36 años que saltó a la fama hace ya casi una década con la sorprendente y taquillera primera parte de la saga "El Juego del Miedo".

Con la larga seguidilla de films cada vez más mediocres bajo el nombre de la saga “El Juego del Miedo”, es fácil olvidar lo bueno que era el film original, un sangriento film de suspenso que cautivó al público y estableció a Wan en el ambiente cinematográfico internacional.

La premisa: dos hombres despiertan en una habitación sin tener idea de donde están ni cómo llegaron allí. Entre ellos hay un tercer hombre, con una pistola en la mano y una horrible herida de bala en la cabeza. Cerca de uno de ellos hay una grabadora con una cinta en la que una voz les explica que todo es parte de un “juego”, y que usando unas pocas herramientas a su disposición los hombres deben intentar liberarse y matar al otro.

El film es un gran ejemplo del buen ojo de Wan a la hora de jugar con la atmósfera que rodea a la acción; la sucia habitación en la que transcurre la mayor parte del film transmite por sí sola una sensación de desesperación a la que suman buenas interpretaciones de Cary Elwes y Leigh Whannell (también co-guionista del film) como las dos víctimas del “juego”.

El guión y su premisa de un asesino con una muy retorcida idea de moralidad daba una buena excusa para las elaboradas trampas de muerte que hicieron famosa a la saga, ya que por su naturaleza debían ser irónicas al mismo tiempo que letales. La violencia y la sangre, aunque abundantes, no se sentía gratuitas, y la película cerraba con un giro adecuadamente impactante.

Wan participó como productor ejecutivo de la segunda, tercera y cuarta parte de “El Juego del Miedo”, aunque luego de eso se separó totalmente de la saga, que por entonces ya había mutado de una sencilla pero efectiva historia de un asesino en serie a un festival de sangre y trampas complicadas unidos por argumentos cada vez más enrevesados que siguieron recaudando buen dinero a pesar de ser duramente criticados.

Luego de dirigir la película de terror sobrenatural “Dead Silence” -un film que tanto Wan como su compañero Whannell dijeron que hicieron básicamente “por encargo” bajo recomendación de su agente, y con el cual quedaron poco satisfechos-, el dúo director/guionista decidió volver al thriller de suspenso.

“Sentenciado a Morir” es la historia de Nick Hume (interpretado por Kevin Bacon), cuyo hijo es asesinado por miembros de una pandilla como parte de un rito de iniciación, tras lo cual Nick buscará hacer justicia por manos propias.

Aunque la mayoría de los críticos recibió negativamente al film, y el mismo no tuvo demasiado impacto en taquilla, en mi opinión es un thriller más que aceptable, que recibe un buen impulso de un Bacon efectivo como el vengativo padre de familia a quien el actor convierte en un personaje creíble aún en sus circunstancias extraordinarias, y figuras secundarias como John Goodman como un traficante de armas para darle sabor a la historia, aunque el resto de los personajes no pasan de olvidables.

El film incluye una particularmente emocionante escena en la que Nick es perseguido por pandilleros en un estacionamiento de varios pisos; aunque la escena es más tensión que acción, muestra a Wan exhibiendo un gran manejo de cámara que, esperemos, lleve al set de la séptima “Rápido y Furioso”, su próximo proyecto.

Esta película es, en mi opinión, lo mejor de la filmografía de Wan, al menos por el momento. Una historia de terror que, por su estilo, tono y argumento parece fuera de lugar en el panorama cinematográfico actual, ya que basa la mayor parte de sus sustos no en el impacto visual ni en las grandes dosis de sangre, sino en jugar con las expectativas del público y en una combinación adecuadamente inquietante de una banda sonora fantásticamente clásica, efectos especiales sencillos, buenas actuaciones y fantasmas que rondan en las escenas a veces inadvertidos salvo que uno mire con atención.

En la película, el hijo de Renai (Rose Byrne) y John Lambert (Patrick Wilson) sufre un accidente aparentemente menor, pero a la mañana siguiente no despierta, aparentemente atrapado en un coma. Esto marca el inicio de una serie de aterradoras apariciones que comienzan a acechar a la familia.

A diferencia de la gran mayoría de los protagonistas de películas de terror, la familia Lambert actúa de forma creíble, haciendo exactamente lo que imagino que uno haría si cree que hay fantasmas acechando su casa, lo que es refrescante.

Pero el mayor triunfo del film es tener al espectador al borde de su asiento, el requisito más básico de este género pero que no cualquier realizador logra cumplir. Claro, hay momentos en que un espíritu aparece acompañado del estruendo de cuerdas de la banda sonora que tradicionalmente acompaña ese tipo de sorpresas, pero también hay momentos inolvidables como una en la que Renai cumple tranquilamente con las tareas de rutina de la casa sin darse cuenta -y tampoco el público, si no presta atención- de que hay algo con ella que no debería estar allí; o la incursión de John en un mundo de tinieblas en el clímax del film.

El final pierde un poco de fuerza, pero como un todo “La Noche del Demonio” es un genuinamente inquietante y altamente recomendable. Si no tiene tiempo de repasar toda la filmografía de Wan antes de ver “El Conjuro”, pero no quiere entrar a la sala sin siquiera una idea de los antecedentes del director, entonces esta es la película que debe ver.

Como ya dije, Wan tomará las riendas de la saga de acción "Rápido y Furioso", relevando al realizador Justin Lin en lo que será una secuela directa de "Rápidos y Furiosos 6", de nuevo con Vin Diesel, Paul Walker, Michelle Rodríguez, Dwayne Johnson y compañía luchando contra el vengativo personaje revelado en la escena post-créditos de la última película.

Sin embargo, antes estrenará este mismo año "Insidious: Chapter 2", nada menos que la secuela de "La Noche del Demonio", que mostrará qué ha sido de la familia Lambert luego de las traumáticas experiencias del primer film.

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