“Estoy muy conmovida”, dijo Hathaway a la AFP.
Gracias a “los fanáticos que vinieron y me dieron su tiempo, a la gente que ha estado en mi vida durante décadas”, remarcó.
“Tener una estrella y especialmente una estrella tan cerca del teatro y al lado de la de Hattie McDaniel” –la primera actriz negra en recibir un Óscar en 1940–, “Oh Dios mío, estoy muy abrumada”.
En esa época, la segregación racial estaba institucionalizada en Hollywood como en muchas otras partes de la sociedad estadounidense, y cuando McDaniel asistió a la ceremonia, tuvo que sentarse al fondo de la sala, confinada a una mesa separada de las otras estrellas de la película, Vivian Leigh y Clark Gable.
El productor David O. Selznick incluso tuvo que incluso intervenir personalmente para que la admitieran en el Hotel Ambassador, que prohibió la entrada a personas negras hasta 1959, cuando California declaró ilegal la discriminación racial.
El homenaje de Hathaway, que ganó el premio de la Academia en 2013 por su rol secundario en Los Miserables, tuvo lugar un día antes del estreno de “Maestras del engaño”, que se verá este viernes en Estados Unidos y ya fue despedazada por la crítica (12% en Rotten Tomatoes).
Su coprotagonista, la actriz australiana Rebel Wilson, también acudió a la ceremonia.
Hathaway trabajó recientemente en Ocean's 8. También es conocida por sus papeles en Alicia en el País de las Maravillas, Interestelar, Secreto en la montaña y El diablo viste a la moda.
Ganó un Emmy en 2010 como actriz invitada en Los Simpson.