El filme muestra cómo una mujer y su hija han de sobrellevar el duelo por la muerte de un ser querido en una ciudad como Barcelona, en la que la crisis de la vivienda expulsa a la ciudadanía de sus casas.
Duelo, dolor; vivienda, desahucio; campo, ciudad. Son varias las columnas en las que se apoya la segunda película de Funes, que fue galardonada con un premio Goya (el más importante del cine español) a la mejor dirección novel por su debut 'La hija de un ladrón'.
"Porque no son sólo una madre e hija atravesando un duelo, sino un presente muy complicado en una ciudad en la que las cosas son cada vez más difíciles. 'Los tortuga' es una intersección de varios dolores, y no es sólo la pérdida de la casa; es también la historia familiar, la memoria, la pérdida, la sensación de que es el peor momento de sus vidas", aseguró su directora.
El título de la película hace referencia a las familias migrantes que salieron de la región de Andalucía (sur de España) durante la posguerra española con sus casas en maletas o sobre las espaldas.
Zegers es Delia, la madre, noqueada por la muerte repentina de su pareja. No puede aceptarlo, niega su nueva realidad mientras trabaja en el taxi de su marido durante las noches de Barcelona.
La actriz protagonista elogió la dirección de Funes y la historia de 'Los tortuga', porque "no es un retrato lineal".
"Son las capas que tenemos mientras vivimos, porque al mismo tiempo que maldecimos vivir, adoramos vivir. Son dos mujeres (madre e hija) vivas. Ésta es una película arraigada en la vida hablando de la muerte", puntualizó.
Y una historia, añade Funes, de un duelo a dos velocidades y desde dos generaciones distintas. Una madre como "una torre" y una hija que quiere entender su fragilidad como una fortaleza.
Según la actriz, vista en películas como 'No', de Pablo Larraín, que recibió la llamada de la directora en pleno confinamiento, durante la pandemia. Le envió el guión por correo ordinario, 110 folios en la primera versión. Fue "poético", dice.