De Sica, fallecido el 13 de noviembre de 1974, a los 73 años, tras una operación en Francia por un tumor pulmonar, tuvo una larga carrera como actor de cine y teatro, guionista y, sobre todo director, pues dirigió más de 30 largometrajes que marcaron el imaginario de Italia en el siglo XX.
Al cumplirse el medio siglo de su desaparición, la ciudad italiana de Bolonia (norte) le recuerda con una muestra con fotos, imágenes y objetos obtenidos de sus archivos familiares que ilustran su vida, mientras la cadena pública RAI dedica durante toda esta jornada una programación especial, entre otros muchos homenajes.
De Sica (Sora, 1901) destacó sobre todo como director en los años cuarenta y la posguerra, cuando se convirtió en uno de los grandes referentes del neorrealismo italiano, que supo contar la cruda realidad del país entre las etapas finales del Fascismo y los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial.
Con Roberto Rossellini o Luchino Visconti, entre muchos otros, De Sica parte de esa corriente clave en el desarrollo del cine moderno y que inspiraron otras leyendas de la historia del séptimo arte como Stanley Kubrick, Martin Scorsese o Francis Ford Coppola.
En su larga trayectoria como director, De Sica ganaría multitud de reconocimientos, entre ellos un Oso de Oro y también cuatro Óscar, los dos primeros a la mejor película extranjera por el 'El Limpiabotas', en 1948, y 'El Ladrón de Bicicletas' en 1950, dos obras clave del neorralismo.
Ya entrada la década de los sesenta, y elaborando un estilo propio, que le convirtió en uno de los mayores directores de la denominada 'comedia a la italiana', De Sica ganó el Óscar a la mejor película de habla no inglesa con 'Ayer, Hoy, Mañana' en 1964.
Esa comedia contó como protagonistas a otros gigantes del cine italiano como Sophia Loren o Marcello Matroianni, que repitieron a las órdenes del director en otra de sus célebres películas, 'Matrimonio a la Italiana', también nominada al Óscar en 1965, aunque finalmente no se llevó el galardón.
En los años 70, De Sica se consolidó de nuevo como director de peso en la escena internacional con la que sería una de sus últimas películas, 'El Jardin de los Finzi-Contini', con la que ganaría de nuevo el Óscar a la mejor película de habla no inglesa en 1972 y el galardón del Oso de Oro en 1971 en el Festival de Cine de Berlín.
Estos galardones marcaron otra cúspide en su larga carrera como cineasta, profesión en que seguiría activo casi hasta su muerte en 1974, tras una operación en la localidad francesa de Neuilly-sur-Seine para tratar un tumor pulmonar.
De Sica tuvo tres hijos, Emilia de su primer matrimonio con la actriz turinesa Giuditta Rissone; mientras que Manuel y Cristian, que ha seguido los pasos de su padre en el cine, nacieron de su relación con la actriz española María Mercader, con la que se casó en 1959 en México, tras conseguir el divorcio de su primera esposa.
En Italia, sin embargo, la unión se consideró «nula e inválida» por no estar reconocida por la ley italiana, por lo que De Sica obtuvo la nacionalidad francesa en 1968 y se volvió a casar con la actriz catalana en París.