"Tenemos un cine del cual nuestros gobernantes y el presidente deberían sentirse orgullosos pero la voluntad política esta siendo ciega", dijo en rueda de prensa en el certamen, donde presentó en competición en sección oficial la película 'El hombre que amaba los platos voladores', junto a su director, el también argentino Diego Lerman.
"Lo último que queremos es hablar de política en una conferencia de prensa sobre nuestra película, pero se ha generado un escenario de conflicto que nosotros no iniciamos", aseguró el actor.
Sbaraglia recordó que el cine es una industria que funciona: "Yo hace 40 años que me rompo el alma como actor para tratar de hacer mejor las cosas", subrayó.
Al mismo tiempo, insistió en que no es solo el cine argentino el que está en peligro, sino todo el país. "El cine va a encontrar su manera, vivimos una crisis tremenda en 2001 y la cultura siempre ha encontrado infinitas maneras de resistencia", manifestó.
Por su parte, Lerman dijo que la situación del cine argentino es de "incertidumbre total", de "parálisis" y de "tristeza e impotencia".
"Somos una generación que crecimos con la ley del cine y al ver este ataque sistemático y violento intentamos defendernos con nuestras películas pero desde la convicción de que vamos a seguir haciendo cine, no sé de qué manera", agregó.
Desde la llegada de Milei a la Presidencia argentina en diciembre pasado, su Gobierno ha implementado fuertes recortes contra la industria del cine, especialmente contra el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), encargado de las subvenciones.
En esta edición del festival de San Sebastián el cine argentino está representado por 16 películas en las diferentes secciones.
"El riesgo es que el año que viene no haya películas", advirtió Lerman en declaraciones a EFE, porque las películas que están hoy son las que se empezaron a hacer hace un tiempo atrás, la cadena es bastante larga y hoy está interrumpida".