Anthony, Anouchka y Alain-Fabien Delon, los tres hijos de Alain Delon, enemistados entre sí desde hace años, serán los encargados de organizar los funerales de la leyenda del séptimo arte. El domingo se pusieron de acuerdo para anunciar conjuntamente a la AFP la muerte del actor, después de meses de desacuerdos en torno a los cuidados médicos de su padre.
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Estrella de clásicos del cine mundial como “El gatopardo” y “El samurái”, Delon fue no solamente uno de los grandes galanes franceses, sino también un actor disciplinado que supo ponerse al servicio de todo tipo de directores en la época dorada del séptimo arte francés.
Recluido en la soledad de su mansión, aquejado de varias enfermedades y con posiciones políticas o sociales que provocaban polémica, Delon había expresado en los últimos años repetidas veces que lo único que deseaba era ser enterrado en su propiedad de La Brulerie, en Douchy (centro de Francia) donde falleció, cerca de sus perros.
Ya había “iniciado los trámites administrativos para ello”, precisó Christophe Hurault, subprefecto de Loiret, a la AFP, indicando que la prefectura “había dado un acuerdo de principio”.
Pero los elogios unánimes de todos los sectores culturales y políticos en Francia apuntan a algún tipo de homenaje nacional, como ya sucedió con su gran amigo Jean-Paul Belmondo, fallecido en 2021.
Fin de una época
Con su muerte se cierra un poco más toda una página de la historia del cine francés de los años 1960-1980, poderoso y envidiado a nivel internacional. Delon se ha ido después de la mayoría de aquellos a quienes amó o con quienes trabajó: Jean Gabin, Lino Ventura, Romy Schneider, los directores italianos Luchino Visconti o Michelangelo Antonioni.
Con la muerte de Delon y de Belmondo, la última leyenda viviente de esa época es Brigitte Bardot, de 89 años, retirada desde hace décadas del oficio. Delon deja “un vacío abismal que nada ni nadie podrá llenar” , escribió la actriz en un mensaje dirigido a la AFP.
Como señal de que su aura continuaba trascendiendo fronteras, la prensa internacional dedicó un amplio espacio a su fallecimiento. “Guapo e hipnótico, Alain Delon fue una de las estrellas más misteriosas del cine”, resumió el crítico del diario británico Guardian, Peter Bradshaw.
Para la revista alemana Spiegel, que recuerda a Delon con una foto junto a Romy Schneider, uno de sus grandes amores, él era “el James Dean europeo” .
“Rostro de ángel”
Su otro país favorito, Italia, donde desarrolló gran parte de los inicios de su carrera, también le dedicó titulares. “No habrá nunca más un actor como Delon, único e inmortal” , lamentó Il Corriere della Sera, mientras que La Stampa y La Repubblica dicen “Adiós al mito del cine francés” .
El actor español Antonio Banderas fue uno de los primeros en decirle “adiós” .
El cineasta independiente estadounidense Jim Jarmusch lo elogió en Instagram como “el gánster con rostro de ángel” .
Y su influencia no se detiene ahí. “Era idolatrado en Japón por su encanto y gestualidad” , recuerda el medio japonés NHK en su sitio web.
En Francia, todos los periódicos dedicaron sus portadas del lunes a Delon. Le Figaro, al igual que Le Parisien, elogian “al último samurái” , mientras que Libération tituló “Sueño profundo” sobre una foto en blanco y negro del actor, cigarrillo en la boca.
Los homenajes se multiplicaron el domingo, más allá del mundo de la cultura. “El baile ha terminado”, lamentó ante la AFP su compañera en “El gatopardo”, la actriz italiana Claudia Cardinale.
La francesa Mireille Mathieu homenajeó “a un monumento de Francia”, al igual que el presidente Emmanuel Macron, quien eligió las mismas palabras para rendir homenaje a un “rostro inolvidable” que “hizo soñar al mundo”.
Frente a la propiedad de Delon en Douchy, los fans desfilaron durante todo el domingo para despedirse de su estrella. “En nuestra mente, creemos que estas íconos son eternos. Es muy triste” , confió a la AFP Marie Arnold, una habitante de la región, que vino a dejar flores con su hermana Michèle, que confesó que lloraba “una parte de (su) juventud que se va”.