Lo que comenzó como una movilización más del sector del cine contra la desfinanciación que pretende acometer el presidente argentino Javier Milei terminó con los agentes cargando contra los manifestantes, al menos una persona detenida y otra herida que tuvo que ser atendida por los sanitarios, según pudo comprobar EFE.
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El Gaumont, fundado en 1912 frente a la capitalina Plaza del Congreso, alberga desde 2003 un espacio de exhibición cinematográfica del INCAA, el organismo público encargado del fomento y la regulación de la industria cinematográfica en el país suramericano.
Teresa Saporiti, miembro de la asociación Documentalistas de Argentina, una las entidades organizadoras de la protesta, expresó a EFE su indignación por la actuación policial.
"Estábamos celebrando una conferencia de prensa, se juntó muchísima gente y se terminó cortando de manera natural el tráfico en la avenida. Nos empujaron para subir a la vereda y tiraron gases lacrimógenos muy fuertes. Fue una represión extremadamente violenta y muy desmedida", aseguró.
Antes de la actuación de los agentes policiales, unas mil personas se concentraron para protestar por las últimas medidas adoptadas por el Gobierno: reducir el gasto de personal del INCAA y cerrar el Cine Gaumont.
“Están dejando morir a una industria”
“Están dejando morir a una industria que funciona muy bien y que es muy respetada y querida, con un gran mercado en todo el mundo”. aseguró el actor Leonardo Sbaraglia, al hacerse presente en la protesta.
Para Javier, realizador de documentales, las medidas del Ejecutivo también son un problema vital.
"Con un discurso supuestamente de libertad, el Gobierno viene a quitarnos todas las libertades, incluida la libertad de comer", dijo a EFE, sosteniendo una claqueta con el lema "No al cierre del INCAA".
Según Javier, los más afectados por las medidas no son los grandes productores, sino el cine independiente y en particular el documental.
La industria cinematográfica argentina es una de las más prestigiosas de Latinoamérica y goza del reconocimiento del público y de la crítica, tanto dentro de su país como en el extranjero.
"Son unos ignorantes", considera Azucena, jubilada de 78 años que acude habitualmente al cineclub del Gaumont junto a su amiga Sara, de 80.
Este jueves, ambas se unieron a la protesta en la Plaza del Congreso.
"Acá funciona un cineclub desde hace 70 años. Dan preestrenos y muestran películas internacionales. Además es un cine económico y accesible para los jubilados. Hay mucha gente que viene acá y que no podría ir al cine", asegura a EFE Sara.
En Argentina, una entrada en un cine comercial cuesta unos 5.000 pesos (aproximadamente 6 dólares), mientras que en el Gaumont, que la nueva dirección del INCAA amenaza con cerrar, cuesta entre 400 y 200 pesos.
Sara y Azucena también lamentan que el ocaso económico del INCAA pueda impedir el acceso de nuevos cineastas jóvenes a los circuitos de exhibición.
En la misma línea se expresa Juan Manuel, que sostiene que el plan del Ejecutivo libertario es "hacer implosionar el Estado, quitándole los víveres y dejándolo morir sólo".
El hombre acudió este jueves a la manifestación con una sugerente pancarta en la que, imitando un 'dramatis personae' teatral, asigna los principales nombres del Gobierno con los de personajes muy conocidos.
En el casting de Juan Manuel, Javier Milei recuerda al polémico emperador romano Nerón, que, según la leyenda, ordenó incendiar Roma para poder reconstruirla a su gusto.
Aunque los historiadores no han verificado este hecho, lo cierto es que Buenos Aires vivió hoy una nueva jornada caótica en la que se confrontaron los intereses de su extravagante gobernante y una población cada vez más asfixiada.