Cargando...
En 1981, Miami se transformó dramáticamente en un hervidero de actividades criminales, alcanzando una cifra alarmante de 621 homicidios. La violencia callejera incluía asesinatos cruentos que parecían sacados de una película de horror. Griselda Blanco, un nombre que no goza de la notoriedad de otros narcotraficantes como Pablo Escobar o El Chapo, estaba detrás de este período de terror que se arraigó en la década de los 80.
La historia de ‘Griselda’ llegó al streaming de la mano de Netflix que estrenó la miniserie protagonizada por la colombiana Sofía Vergara.
“Esta dramatización inspirada en hechos reales sigue la vida de Griselda Blanco, desde sus inicios en Medellín hasta su consolidación como «la Madrina» de la droga en Miami”, describe la plataforma en su introducción a la miniserie que cuenta con seis capítulos.
Lea más: Karol G debuta como actriz
¿Quién fue Griselda Blanco?
Griselda Blanco nació en 1943 en una ubicación incierta de la costa Caribe colombiana, pero ya sea en Santa Marta o Cartagena, su infancia estuvo marcada por la pobreza. Según los registros, comenzó su vida delictiva a los 11 años con un secuestro seguido de asesinato, y luego incursionó en la prostitución y pequeños delitos hasta encontrar a Carlos Trujillo. Con él, emigraría a Nueva York, se casaría y tendría tres hijos, aunque este matrimonio no duraría demasiado tiempo tras lo cual, Trujillo encontró un trágico final.
Narcotráfico con innovación y crueldad
En Nueva York, Blanco conocería a su segundo esposo, Antonio Bravo, que le introduciría al mundo del narcotráfico. Juntos desarrollaron innovadoras tácticas para el contrabando de cocaína. Su mudanza a Miami en los 70 dio lugar a la construcción de un imperio que generaba ingresos millonarios y donde Blanco ganó apodos como “la Jefa” y “la Reina de la cocaína”.
Retorno y declive en Estados Unidos
Después de un breve periodo de regreso a Colombia y una serie de eventos trágicos que le ganarían el mote de “la Viuda Negra”, Blanco regresó a una Miami inmersa en violencia y narcotráfico. En los años del éxodo del Mariel, encontró nuevos reclutas para expandir su negocio. No obstante, las crecientes hostilidades y la atención de la DEA le forzarían a mudarse a California, y en 1985 sería finalmente arrestada.
Lea más: Sofía Vergara y Joe Manganiello anunciaron su divorcio
Encarcelamiento y fin de una era
Griselda Blanco fue condenada a 15 años de prisión en 1985. A pesar de su encarcelamiento, su imperio de drogas continuó funcionando. Posteriormente, se le acusaría de innumerables asesinatos más, aunque en 1998 negociaría su condena llegando a un acuerdo con las autoridades.
En 2004, fue liberada y deportada a Colombia, donde llevaría una vida alejada del crimen hasta que en 2012, fue asesinada en Medellín por un sicario en motocicleta, cerrando así el libro de su tumultuosa vida que fue retratada en la pantalla de Netflix.