El film, titulado “Frontera Verde” y dirigido por la prestigiosa directora polaca Agnieszka Holland, recibió hace unos días el Premio Especial del Jurado en el festival de Cannes, y su desaparición de la cartelera se debió, según el concejal independiente Ireneusz Pasniczek, “a la censura y probablemente a una decisión del alcalde”.
El estreno de la película está previsto para el 22 de septiembre, pero hace ya días que se desató una intensa polémica sobre su argumento, resumido en un clip promocional.
En el tráiler, se puede ver cómo una familia siria atraviesa la frontera polaca ilegalmente desde Bielorrusia y es detenida, maltratada y devuelta ilegalmente a ese país, mientras activistas y médicos voluntarios tratan de ayudar a otros inmigrantes y el Ejército polaco impide a los periodistas informar sobre todo ello.
El ministro polaco de Justicia, Zbigniew Ziobro, comparó en un comentario de redes sociales a Holland con los propagandistas nazis, y el ministro de Interior, Mariusz Kaminski, se declaró "extremadamente indignado por una historia falsa que supone un ataque brutal e inaceptable contra el uniforme polaco".
Varios sitios web dedicados al cine han bloqueado los comentarios sobre "Frontera Verde" al haber recibido miles de mensajes de odio y de calificaciones negativas para un film aún no estrenado, y el jefe adjunto de FilmWeb, Lukasz Muszynski, calificó de "insultos, no opiniones" este tipo de mensajes.
En declaraciones a la prensa polaca, la directora Agnieszka Holland aseguró que la polémica "era de prever. Con la polarización actual en Polonia y en todo el mundo, hablar claramente sobre cuestiones morales y políticas desencadena odio".
El comisionado polaco para Derechos Humanos criticó en mayo del año pasado la práctica de "devoluciones en caliente" de inmigrantes en la frontera con Bielorrusia, un hecho que calificó de "incompatible con la ley polaca y los estándares internacionales".